Los ciudadanos quieren cada vez más productos respetuosos con el medio ambiente. Una forma de conseguirlos es fijándose en los certificados ambientales que llevan los elaborados con dichos criterios. La lista de productos certificados es cada vez mayor: electrodomésticos, alimentos ecológicos, pescado, edificios, papel, etc. Este artículo señala los certificados ambientales que cualquier consumidor sostenible debería conocer.
Ahorro y eficiencia energética
El objetivo del certificado de eficiencia energética es que los ciudadanos sepan con más precisión el gasto energético. De esta manera, podrán elegir los productos que menos energía consumen y, por tanto, más dinero ahorran y menos perjudican al medio ambiente. La Unión Europea (UE) exige cada vez más a los fabricantes para que aumenten la eficiencia de sus aparatos que comercializan, hasta el punto de que en algunos casos impone un calendario de eliminación progresiva de los que más energía consumen, como las bombillas incandescentes.
La lista de productos con certificados ambientales es cada vez mayorEl certificado de clasificación energética de los electrodomésticos es el más conocido (se extiende a los de uso más común, como lavadoras, lavavajillas, neveras o aspiradores), pero también se puede encontrar en otros productos, como los neumáticos o en los edificios.
El certificado lleva una clasificación energética que establece una horquilla entre el valor más eficiente (color verde y calificación A+++ o A, según los productos) y el que más consume (color rojo y calificación G). Este etiquetado añade otra información valiosa para el consumidor a la hora de decantarse por uno u otro modelo, según el producto, como el nivel de ruido de los aspiradores o el nivel de agarre en suelo mojado de los neumáticos.
Productos ecológicos
La producción ecológica crece año tras año y sus responsables han desarrollado diversos certificados a nivel local, regional o nacional para diferenciarse de los convencionales. La UE creó el certificado ecológico europeo para homogeneizar este tipo de información y ayudar a los consumidores a elegir con claridad este tipo de productos elaborados en los Estados miembros. Su logotipo, denominado «eurohoja», consiste en una etiqueta verde con las estrellas blancas de la UE, repartidas en forma de hoja de árbol.
Pesca sostenible certificada
El certificado del Consejo de Administración Marino (MSC) es un estándar internacional para la pesca sostenible y la trazabilidad de los productos pesqueros. Creado en 1997 en Londres por la ONG conservacionista WWF y la empresa Unilever, garantiza a los ciudadanos que consumen peces y mariscos atrapados de forma responsable con el medio ambiente. En su logotipo se puede ver el dibujo de un pez sobre fondo azul, que juega con el símbolo del check.
Los responsables del MSC recuerdan que la sobrepesca es un problema cada vez más grave. Según WWF, las prácticas destructivas e ilegales han agotado más del 80% de las pesquerías europeas. La sobreexplotación de los recursos pesqueros provoca además la desaparición de la forma de vida de miles de personas en todo el mundo. La página web del MSC ofrece un buscador de productos (en inglés), en el que también se pueden ver las empresas certificadas en España.
Certificados de edificios sostenibles
Gran parte de los edificios se han levantado sin tener en cuenta el ahorro de recursos básicos como la energía o el agua. La UE estima que en la actualidad las edificaciones gastan un 40% de toda la energía demandada en Europa. La normativa comunitaria es por ello cada vez más estricta y obligará al sector de la construcción a mejorar su sostenibilidad de aquí a los próximos años.
Los ciudadanos pueden elegir diversos certificados de construcción internacionales y españoles que reducen el gasto de energía o agua, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), implicadas en el cambio climático, o el impacto de los residuos o los materiales de construcción. Los nombres son muy diversos, como BREEAM, Certificado Verde del GBCe, LEED, Minergie o Passivhaus.
Madera y papel
La sobreexplotación y la tala ilegal de los recursos madereros mundiales provocan cada año la desaparición de más de 14 millones de hectáreas de bosques, una superficie equivalente a la cuarta parte de la península ibérica. Para frenar esta pérdida de biodiversidad, en 1993 se creó una organización internacional sin ánimo de lucro, el Consejo de Administración Forestal (FSC). Los productos madereros con este certificado se han extraído y elaborado con criterios ecológicos, sostenibles y socialmente justos y solidarios.
El logotipo del FSC lleva sus siglas y el dibujo de un árbol con el símbolo del check sobre fondo verde. Los productos certificados son cada vez más variados y no más caros que los convencionales, según Félix Romero, presidente de FSC España. La organización ofrece una base de datos de productos certificados y proveedores que puede consultarse en su página web.