El pasado día 20 llegó la última gran novedad esperada del ‘año Apple’. Se trató de Yosemite, o Mac OX 10.10, la undécima versión del popular sistema operativo para ordenadores. Si iOS 7 fue una revolución en el iPhone y el iPad, Yosemite también lo es en los ordenadores, pero no sólo por su nuevo aspecto gráfico, sino especialmente por que junto a iOS 8.1 hace del ecosistema de aparatos Apple del usuario un solo mundo interconectado donde podemos compartir contenidos, enlaces, mensajes, archivos, vídeos o fotografías de forma automática. Ahora bien, ¿nos interesa bajo cualquier circunstancia actualizar nuestro ordenador a Yosemite? Dependerá de varias circunstancias.
Nuevo aspecto y funciones añadidas
Yosemite es un avance importante respecto a las anteriores versiones del sistema operativo Mac OS X
Ante todo no cabe duda de que Yosemite es un avance importante respecto a las anteriores versiones del sistema operativo Mac OS X, ya que aporta un nuevo entorno gráfico más estilizado y ciertas características ya presentes en los smartphones, como incluir las fotografías de los contactos en los diferentes servicios junto a sus datos. Además algunos atajos de cursor incorporados aportan fluidez al sistema. En este sentido la nueva barra de menú Dock es más larga y permite incluir más aplicaciones como prioritarias.
Entre ellas muchas novedades interesantes, como permitir incluir en el servicio de correo de Mac no solo las cuentas de iCloud, sino también otras como las de Yahoo! o Gmail, de modo que podemos manejar el correo electrónico como si fuera un servicio POP de escritorio, lo cual resulta muy cómodo. Además permite el envío de paquetes de hasta cinco gigabytes aunque el sistema de correo web no lo consienta en teoría. Otra novedad es una función para realizar anotaciones y recordatorios, al estilo de las que se realizan en Google Now. Esta función puede permitir que fijemos desde el Mac que salte un recordatorio en el iPhone cuando pasemos por una determinada ubicación GPS.
También destaca la presencia de los mapas propios de Apple en el Dock, así como el nuevo aspecto del navegador Safari, más estilizado e integrado con el estilo que tiene en el iPhone y el iPad. Es lógico si se tiene en cuenta que es un navegador con mucha mayor presencia en teléfonos y tabletas que en ordenadores. El nuevo Safari permite además, gracias al sistema de sincronización Handoff, empezar a leer una noticia en el iPhone y, tras añadirla con el botón de compartir a ‘lista de lectura’ o a ‘añadir a pantalla de inicio’, seguir la lectura después en el ordenador.
Del mismo modo, si se inicia la escritura de un correo en el teléfono mediante el servicio Mail, puede continuarse en otro soporte distinto. Y es especialmente interesante el servicio iCloud Drive, que se instala como una carpeta donde podemos guardar todo tipo de archivos. Gracias a la nube propia de Apple iCloud, este sistema trabaja como un Dropbox entre todos nuestros dispositivos de la marca y sincroniza los archivos. Con todas estas funciones, Apple liga todo su ecosistema de contenidos por medio de su nube.
Funsión con iOS 8.1
También es notable cómo permite integrar información de los contactos en las distintas redes sociales en funciones como el Mail o el calendario, donde nos guarda los cumpleaños de cada uno de ellos, por ejemplo. Pero lo que resulta más destacado de Yosemite es el modo en que se funde con el teléfono de Apple al introducir los contactos de este en el ordenador. Este hecho permite realizar numerosas funciones comunicativas con otros usuarios que sean contactos nuestros y usen un iPhone.
Podemos, por ejemplo, usar el sistema de mensajería de Apple para comunicarnos vía SMS sin precio añadido alguno, tanto desde el ordenador como desde el móvil. También podemos realizar llamadas de audio a iPhones desde el ordenador mediante el sistema FaceTime sin cargo alguno siempre que estemos conectados a una wifi. Otra ventaja de la convergencia entre sistemas operativos es, como ya se ha comentado, la compartición de tareas. Por ejemplo, el sistema de correo Mail permite retomar un correo empezado en el móvil en el ordenador, pero también la lectura de una noticia en Safari.
Más allá, sistemas como AirDrop permiten el envío directo desde el móvil de archivos pesados de vídeo y fotografías mediante tecnología bluetooth. El funcionamiento de este sencillo sistema simplifica mucho el envío de archivos multimedia desde el móvil para su posterior edición en el ordenador, algo que antes se tornaba sumamente complicado y requería de sistemas de terceros, como Dropbox o Youtube, para pasar imágenes y vídeos.
Si contamos con un ordenador relativamente antiguo, la implementación de Yosemite puede suponer poner su procesador al límite
Cada usuario tiene a este respecto unas circunstancias determinadas por el hardware que posee y no siempre coinciden con la actualización. El óptimo para Yosemite son los Mac de último modelo que funcionan con potentes procesadores de arquitectura de 64 bits, así como los iPad e iPhone 6 de última hornada. Con estos elementos la sincronización de contenidos se antoja inmediata y todas las funcionalidades están activadas.
Sin embargo, si contamos con un ordenador relativamente antiguo, la implementación de Yosemite puede suponer ponerle al límite de las posibilidades de su procesador, de modo que funcione pero con mucha lentitud y con un consumo acelerado de la batería. Y lo mismo sucede si nuestro iPhone o iPad es de una versión anterior a 4S o iPad Air: la interacción se verá muy mermada. Por otro lado, si usamos un móvil con Android, o bien nuestro segundo ordenador no es un Mac, o es uno antiguo, no podremos aprovechar la mayoría de las funciones de convergencia de Yosemite.