La socialización de un cachorro implica enseñarles a vivir en el mundo: donde existen diferentes tipos de personas, otros perros y gatos, ruidos y olores. Esta importante etapa en la vida de un can comienza con el nacimiento y cobra especial importancia durante los primeros tres meses de vida. Este artículo recoge una guía práctica para socializar al cachorro con otros perros en cinco pasos seguros, entre ellos, organizar quedadas con otros perros, acudir a los parques caninos con seguridad y mantener a nuestras mascota con correa durante los encuentros con otros animales.
Cachorros de perro: aprender a crecer felices
Socializar a un cachorro significa enseñarle a integrarse en la sociedad. «Implica mostrarle el modo de formar parte de nuestro entorno, donde existen diferentes tipos de personas, otros animales, ruidos, edificios, así como distintos olores y entornos», explica la Sociedad Contra la Crueldad hacia los Animales, enfocada a encontrar casa a perros y gatos en adopción.
Los canes no interactúan con su entorno de la misma forma que hacemos los humanos. Para relacionarse, ellos confían, desde muy pequeños, en sus potentes olfatos caninos, así como en su expresivo lenguaje corporal perruno.
Un cachorro bien socializado será un can adulto más feliz: mostrará menos temores y tendrá menos riesgos de desarrollar comportamientos agresivos. Pero, ¿cómo podemos socializar a nuestro cachorro de perro? A continuación se detallan cinco pasos para ayudarle a relacionarse con otros canes.
1. Socializar a un cachorro de perro: atención a sus tres primeros meses
La socialización de un cachorro de perro comienza desde el mismo momento de su nacimiento. En este importante primer contacto con el entorno, su madre y hermanos de camada juegan un papel fundamental: esto explica por qué los expertos recomiendan no separar a los pequeños canes de su madre antes de los dos meses de vida.
Este periodo, junto con el mes siguiente, constituye un tiempo muy importante. «El periodo más importante para la buena socialización de un perro son sus primeros tres meses de vida», asegura la Asociación Veterinaria de Comportamiento Animal.
Durante este tiempo, los pequeños perros deben relacionarse con el mayor número de personas y animales posible. También es importante exponerles a entornos diversos, aunque siempre seguros para los cachorros, sin causarles sobreexcitación como consecuencia de un exceso de estímulos.
2. Citas del cachorro para jugar con otros perros
Los cachorros de perro necesitan los juegos para crecer sanos y estimulados. También conocer a otros perros, para su buena socialización.
Para ello, es importante encontrar a un amigo u otra persona con un perro que se lleve bien con otros animales. De este modo, el cachorro podrá jugar de forma segura y aprenderá a calmarse cuando llegue el momento de volver a casa.
Antes de estas relaciones caninas y salidas es muy importante haber acabado el calendario de vacunación del cachorro de perro y contar con el visto bueno del veterinario.
3. Encuentros con correa del cachorro con otros perros
Quienes compartimos nuestra vida con perros lo sabemos: un perro con correa no se comporta igual que un can sin correa. Esto explica por qué es tan importante preguntar al dueño del animal antes de presentarle a nuestro cachorro.
Debemos asegurarnos de que el animal adulto está tranquilo y de que la persona con quien pasea tiene un buen control sobre él, para evitar accidentes. Las presentaciones deben ser con la correa no tirante, pero sí hay que asegurarse de que nuestro cachorro está a salvo en todo momento.
4. Parques caninos con el cachorro
Iniciativas que hacen a la ciudad más amiga de los animales, como los días de perros en las oficinas, son una buena forma de socializar a los cachorros. Lo mismo ocurre con los parques para perros, que proliferan en muchas ciudades españoles. Estos espacios son un interesante lugar de encuentro para los canes. Un can pequeño disfrutará olisqueando el rastro dejado por otros animales y del juego con otros congéneres.
Los parques caninos, sin embargo, también implican algunos riesgos que no podemos olvidar en caso de estar acompañados por un cachorro. Un buen consejo es elegir horas en las que haya poca afluencia canina en el parque y examinar bien el recinto antes de entrar con nuestro cachorro.
Podemos echar un vistazo a los perros que ya están dentro, asegurarnos de que son amigables y observar cómo juegan e interaccionan con otros canes que están en el parque. Si hay rastro de agresividad, mejor dejarlo para otro día.
Además, el cachorro estará más protegido con una correa, de forma que podamos atraparle pronto en caso de dificultad.
5. Educación profesional para cachorros
Los educadores caninos pueden ayudarnos mucho en la importante tarea de socializar a un cachorro. Algunos centros, como la Universidad Complutense de Madrid, ya cuentan con su propia Escuela de Cachorros, donde los pequeños acuden y tienen oportunidad de interactuar con otros animales.
¿Cómo logró socializar a su cachorro? ¿Le parece difícil educar a un perro pequeño? Puede compartir su experiencia y consejos en la sección de comentarios