El puente de la Constitución es uno de los que más tráfico genera. Lo deseable es no tener ningún problema durante el viaje, pero en caso de sufrir un accidente -o de ser testigo de uno-, ¿de qué modo hay que actuar? ¿cómo se ayuda mejor a los accidentados? En este reportaje se indica cómo todos los vehículos o usuarios implicados, así como los testigos de un accidente, deben auxiliar o solicitar auxilio para atender a las víctimas. Además, están obligados a prestar su colaboración para evitar mayores peligros o daños, para restablecer la seguridad de la circulación y esclarecer los hechos. Y no solo hay que auxiliar a las víctimas, sino señalizar el accidente y alertar tanto al resto de vehículos como a los servicios de emergencia, para que acudan lo antes posible.
No ayudar en un accidente puede ser delito
La ley establece la obligación de todos los conductores de detenerse y ayudar ante un accidente
Los usuarios de una vía que se vean implicados en un accidente de tráfico, lo presencien o tengan conocimiento de él, «están obligados a auxiliar o solicitar auxilio para atender a las víctimas, si las hubiere, prestar su colaboración para evitar mayores peligros o daños, restablecer, en la medida de lo posible, la seguridad de la circulación y esclarecer los hechos». Así lo recoge la ley, que establece la obligación de todos los conductores de detenerse y ayudar ante un accidente. Su incumplimiento, sobre todo si hay daños personales, se considera un delito.
No obstante, hay que evitar prestar una ayuda precipitada y ciega, que puede llegar a agravar los daños del accidente. Las premisas para una adecuada atención en un accidente, según la Dirección General de Tráfico (DGT), se resumen en los términos «proteger, avisar y socorrer». Estas son las normas más importantes que todos los conductores deben seguir a rajatabla:
Proteger:
- Situar nuestro vehículo en un lugar seguro y con las luces de emergencia.
Colocar a 50 metros en ambos sentidos los triángulos reflectantes.
Desconectar el contacto de los vehículos accidentados.
Inmovilizar y asegurar el vehículo siniestrado.
Comprobar posibles derrames de gasolina o aceite y señalizarlos si los hubiera.
Avisar:
- Solicitar ayuda al 112, Guardia Civil, Cruz Roja o al centro médico más cercano.
Se debe facilitar información detallada: lugar exacto del accidente, número y estado de los heridos, tipo de accidente y riesgos circulatorios en la zona. Además, hay que proporcionar el número de teléfono desde el que se llama.
Socorrer
- No mover a los accidentados.
En caso de personas atrapadas, acceder a ellas y tranquilizarlas.
Informar a los equipos asistenciales de las labores realizadas.
No movilizar ni trasladar a los afectados sin orden de la autoridad.
Accidentes con chapa
Cuando ocurre un accidente leve, la prioridad es retirar cuanto antes los vehículos de la vía para garantizar la seguridad y fluidez del tráfico. Esto es especialmente importante en autovías, autopistas y vías interurbanas, donde se circula a gran velocidad.
El problema es que al retirar los vehículos, y en caso de que no haya acuerdo entre las partes, los agentes de circulación no pueden comprobar la posición de los coches en el momento del accidente. El choque más habitual en este tipo de vías es por alcance, por lo que la responsabilidad es, en general, del automóvil que circulaba detrás sin respetar la distancia de seguridad. Sin embargo, el alcance por cambio de carril es más problemático y puede haber discrepancias en cuanto a la responsabilidad, por lo que conviene conocer la ubicación de cada vehículo. Además, es muy importante apuntar la matrícula de algún coche que haya sido testigo o pedir el teléfono de algún peatón que haya visto el accidente.
Tras retirar los vehículos al arcén, los conductores implicados han de ponerse el chaleco y realizar el parte amistoso. Desde el momento en que ambos lo entregan a sus compañías, la otra parte tiene un plazo de 15 días para contestar si lo acepta o no. En la actualidad, en general, la informatización permite resolver esta cuestión en una semana o 10 días.
Accidentes con víctimas
La mayoría de los conductores carece de conocimientos médicos para socorrer en un accidente. En este caso, la labor se reduce a señalizar el accidente y comunicar a los servicios de emergencia, con la mayor exactitud posible, el número de heridos, edad, situación y las características de sus lesiones. Otra función muy importante es la de acompañar y tranquilizar a las víctimas.
La primera norma es no moverlas, ya que se pueden agravar las posibles lesiones internas. A los motoristas, en ningún caso hay que retirarles el casco, por la misma razón. La única situación en la que se puede mover a un herido es en un incendio en el coche que no se puede sofocar y que amenace con quemar o intoxicar al herido.
Si un accidente obliga a salir del vehículo para socorrer a una persona o varias, hay que recordar siempre colocarse el chaleco reflectante. No solo porque es de uso obligado, sino por la mayor visibilidad que procura ante los conductores que circulan por la vía.