Con la entrada en vigor a partir de 2015 de la nueva Ley de la Propiedad Intelectual, pasará a tener valor legal la tasa que habrá que pagar por enlazar los contenidos de medios informativos en páginas web propias. Sin que quede demasiado claro hasta la fecha el alcance de este nuevo canon, que se ha dado a conocer como ‘Canon AEDE‘, ya ha provocado agrias reacciones entre las principales plataformas agregadoras de noticias. La de mayor alcance ha sido la retirada del portal Google News de nuestro país. Sin embargo, Google no es el único afectado por la medida y otros servicios muy populares también podrían plantearse cesar su actividad en España. Este artículo trata de explicar cómo y cuándo podemos vernos afectados los usuarios.
Cronología del nuevo canon
El Canon AEDE responde a las demandas de un grupo de presión de los principales medios de comunicación de España
Tal como relata el analista Enrique Dans, el Canon AEDE -también ha sido llamado «tasa Google»- responde a las demandas de un grupo de presión que aglutina a los principales medios de comunicación de España bajo la asociación AEDE (Asociación Española de Editores Españoles). De ella forman parte los periódicos en papel más importantes, que a su vez son dueños de cadenas de televisión y radio. Las quejas de este grupo tienen su origen en la merma que, según los medios integrantes, provocan los agregadores de noticias en el negocio publicitario de sus versiones digitales.
Estos agregadores son, en principio, los servicios que recogen los enlaces a noticias de otros medios, los ordenan y los ofrecen a los usuarios, según sus criterios de búsqueda. Los medios de AEDE aseguran que muchos de estos agregadores impiden que ellos puedan beneficiarse publicitariamente de su propio producto y además hacen negocio con él. Para AEDE, el único remedio a esta situación es el establecimiento de un canon que compense la pérdida de beneficio que, según esta asociación, se debe a los agregadores.
Para AEDE, el remedio es el establecimiento de un canon que compense la pérdida de beneficio que en su opinión se debe a los agregadores
Los miembros de AEDE no están contra este tipo de plataformas, pero creen que deben pagar por el uso de unos contenidos que no son suyos. Así se lo transmitieron al actual Gobierno, que decidió recoger sus peticiones y hacer real el canon por enlace a contenidos en la nueva Ley de la Propiedad Intelectual. El procedimiento se hizo en medio de una fuerte polémica y a partir de un anteproyecto de ley que pasó por el Parlamento en octubre pasado y se aprobó con los votos del partido en el Gobierno.
Por lo tanto, a partir de enero de 2015 -es decir, en dos días-, todos los medios de comunicación radicados en España tendrán el «derecho irrenunciable» de cobrar una tasa por cada enlace que un agregador haga a sus contenidos. En otras palabras, estarán obligados a exigir una contraprestación a aquellos servicios que enlacen sus contenidos con fines económicos. La primera respuesta ha venido de Google, que ha cerrado su agregador Google News.
¿Por qué es polémico el Canon AEDE?
En principio, el objetivo del canon no son los enlaces que los usuarios puedan compartir en Facebook, en sus blogs o en Twitter y otras redes sociales, sino el negocio que las plataformas puedan realizar con la agregación y compartición de sus noticias. En este sentido, el canon pone el foco en servicios como el portal Menéame y otros similares. Por el momento, Menéame ya ha dejado claro que se plantea su cierre en España o situar su sede social fuera del país.
A juicio de algunos expertos, no queda claro si el impuesto se podría ampliar a redes sociales y otros servicios que aparecieran en el futuro
Ahora bien, a juicio de algunos expertos, no queda claro si el impuesto se podría ampliar a redes sociales y otros servicios que aparecieran en el futuro, ya que según los mismos afecta a la naturaleza propia de Internet, que es la compartición de enlaces. De este modo, en el futuro, el objetivo de AEDE podría dejar de ser la extinta Google News España, o el popular Menéame, para pasar a exigir el pago del canon a Twitter o Facebook si considera que estos perjudican a su negocio.
Aunque en tales casos sean usuarios sin ánimo de lucro quienes compartan los enlaces, a juicio de los juristas, algunas interpretaciones de la ley podrían presuponer que el objetivo último del servicio que les da soporte -es decir, de la red social- es hacer negocio con la información compartida. Sería así posible, al menos en teoría, que los medios españoles, por decirlo de una forma metafórica, se viesen obligados a disparar el canon contra absolutamente todo lo que se mueva en la Red, ya que su derecho a cobrar es «irrenunciable».
¿Cómo nos afecta?
Pero sin llegar a interpretaciones tan paroxistas de este canon, es lícito asegurar que la desaparición de Google News, como forma de protesta por parte de Google, ya es suficiente merma para los miles de usuarios que se informaban a diario por este soporte sobre la actualidad. Por descontado, si a la desaparición del portal de noticias de Google se uniera la de Menéame y similares, la caída de la oferta informativa sería seria.
Los procesos informativos han cambiado y una parte importante de los usuarios ya no va a las portadas de los medios a informarse
El motivo es que más allá de la discusión sobre los impedimentos del negocio publicitario que puedan significar los agregadores, los procesos informativos han cambiado y una parte importante de los usuarios ya no va a los portales de los medios a informarse, sino que lo hacen mediante enlaces compartidos en redes sociales y en agregadores de noticias. Esta tendencia se ha visto especialmente acentuada desde la llegada de los smartphones y las tabletas, donde es más cómoda la información transversal por cuestiones de ergonomía.
El que se amenace con un canon a agregadores y, quizás en el futuro, a redes sociales, no parece fuerza suficiente para que los usuarios regresen a las portadas online de los periódicos para ver unos ‘banners’ publicitarios que, además, resultan molestos e intrusivos. En cambio, la falta de estos soportes de agregación y compartición sí podría hacer desistir a muchos usuarios en su intención de informarse con rapidez y eficiencia, con lo que Internet dejaría de tener sentido.