Las tres erres del ecologismo –reducir, reutilizar y reciclar– también se van de carnaval. Estas fiestas pueden ser más sostenibles y económicas, si se evita ponerse disfraces de usar y tirar o se aprovechan materiales utilizados para crear nuestros propios disfraces. Elementos tan básicos y al alcance de cualquiera como cartón, envases de plástico, papel de periódico o ropa usada pueden convertirse en originales y llamativos vestidos de carnaval. Este artículo señala razones para fabricar nuestro propio disfraz y propuestas de disfraces con materiales reciclados.
Razones para fabricar nuestro propio disfraz
La gran mayoría de los disfraces industriales se basan en productos sintéticos realizados a partir del petróleo, un material no renovable con efectos en la contaminación del medio ambiente o el cambio climático. Además, cada vez son más comunes los disfraces y complementos de poco precio pero mala calidad. Lo barato sale caro, no solo para el bolsillo sino también para el entorno natural. Estos disfraces de «usar y tirar» provocan un excesivo empleo de materias primas y, como a duras penas resisten el mismo día de la fiesta, acaban en muy poco tiempo en la basura acumulados en los vertederos.
Un disfraz con materiales reciclados es la opción más sostenible y económica para carnavalesPor ello, si se adquiere un disfraz comercial, que sea de buena calidad para que pueda durar conservado de manera adecuada. Y si no se quiere llevar siempre el mismo, se puede intercambiar con amigos o familiares.
En cualquier caso, la opción más sostenible, económica, educativa y original pasa por fabricar nosotros mismos el disfraz de carnaval con materiales reciclados. Al aprovechar los productos usados se reduce la generación de residuos y la utilización de nuevas materias primas. El ahorro en dinero que supone no tener que comprar el vestido es otro elemento que le hace ganar más interés. Los adultos pueden hacerse sus propios trajes y ayudar a los niños en una divertida manualidad ecológica que les hará ver los valores del aprovechamiento de los recursos. El disfraz con materiales reciclados será diferente a los convencionales de tipo industrial y llamará más la atención, que en unas fiestas como los carnavales es uno de sus principales objetivos.
Propuestas de disfraces con materiales reciclados
Cualquier material usado, con un poco de imaginación y maña, puede convertirse en un original y divertido atuendo carnavalesco. En cualquier caso, no hay que obsesionarse por el resultado final: la idea es pasarlo bien, no ir de pasarela. A continuación se ofrecen unas propuestas para crear disfraces a partir de uno o varios tipos de materiales reciclados:
Cajas de cartón. Se pueden aprovechar de una pieza, si son grandes para el cuerpo, o utilizar trozos para fabricar diversas partes del disfraz. Luego se pintan según el personaje elegido y se pueden colocar otros elementos para completarlo y que se parezca más al original. Las posibilidades son muy diversas: Bob Esponja, muñeco de Lego, robot, monstruo, caja de regalo, cubo de Rubik, caja de palomitas, coche, casa andante, televisión, etc.
Bolsas de plástico. Las bolsas se pueden pintar o se pueden aprovechar con los colores que traen para hacer diversas partes del disfraz, o del cuerpo si son más grandes. Personajes como piratas, picapiedra, payasos, animales, etc. pueden hacerse de manera sencilla.
Hueveras. Sirven para hacer máscaras o partes del disfraz, una vez pintadas y ubicadas de manera conveniente.
Papel de periódico o revista. Las formas que pueden darse o los colores que pueden adquirir tras ser pintados harán de un disfraz básico una composición más adornada y original. Se puede utilizar para hacer pelucas, máscaras una vez que se las ha solidificado, flecos, plumas, adornos, etc.
Envases. Las botellas de bebida pueden convertirse en bombonas de submarinistas o propulsores de astronautas, los envases de detergente más grandes en máscaras o cascos, los tapones en botones, ruletas u otros elementos decorativos, etc.
Ropa usada. Las camisetas y pantalones se pueden combinar de formas llamativas o ser parte del color del disfraz utilizado. Antes de tirar la ropa o telas que ya no se usen, se puede aprovechar parte de ella como complemento de un disfraz. Por ejemplo, los calcetines viejos se pueden transformar en colas de animales o muñequeras, las sábanas viejas en disfraces de fantasma, etc.
Disfraces con alusiones ambientales. Si los disfraces confeccionados con materiales reciclados se refieren además a algún aspecto relacionado con el medio ambiente, cumplirán una doble función ecológica. Disfrazarse de contenedor para hacer referencia a los residuos o al reciclaje, de animal herido para denunciar la pérdida de biodiversidad o de bola del mundo para recordar los problemas del planeta son algunas posibles ideas.
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