La nueva factura de la luz por horas permitirá “adoptar comportamientos de consumo más eficientes, que se traducirán en ahorro”. Así lo asegura el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Pero, a primera vista, parece que el ahorro no será muy elevado y, además, conllevará un gran esfuerzo por parte del consumidor. ¿Cómo es posible ahorrar de verdad con la nueva tarifa de la luz que entra en vigor el 1 de julio? Para ello habrá que estar pendientes de la evolución de los precios a diario. Pero, además, hay otros trucos sencillos, que se explican en estas líneas, como reducir la potencia contratada y evitar dejar los aparatos eléctricos en stand by o modo en espera.
El gasto medio de luz de las familias españolas es de 990 euros al año, tal y como indica el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Una cantidad muy elevada y que resulta difícil de soportar por las familias medias. Ahora, cuando se implante la nueva tarifa de la electricidad, que cobrará según el precio de la luz cada hora, los consumidores esperan ver cómo baja su recibo eléctrico. Pero, ¿se podrá ahorrar de verdad? Y si es así, ¿cómo hacerlo? A continuación se dan siete ideas para lograrlo.
1. Consumir más luz en las horas más económicas
La mejor manera de sacar partido a la nueva tarifa de la luz por horas es aumentar el consumo en los tramos horarios más baratos, que serán aquellos en que hay menos demanda, en especial la madrugada. Pero poner los electrodomésticos en las horas más económicas a veces no es fácil, y para ahorrar habrá que hacer un esfuerzo importante.
El ahorro real pasará por consultar los precios día a día en Internet y programarse para la jornada siguiente. Pero esto no es tarea fácil, en especial para quienes pasan mucho tiempo fuera de casa, están muy atareados o viajan con frecuencia.
2. Contratar un precio fijo para la electricidad todo un año
Una medida para tratar de ahorrar luz es fijar con la compañía un coste anual que no varíe de 1,15 kilovatios por hora. En este caso, solo debe hacerse, si compensa la seguridad de saber cuánto se pagará al año y si el gasto medio anual en electricidad es muy elevado. Puede resultar también una medida útil de ahorro para las pequeñas y medianas empresas.
3. Ahorrar luz con el bono social
El bono social es una tarifa que aplica descuentos de hasta el 25% sobre el precio voluntario para el pequeño consumidor, fórmula usada para calcular el coste de la energía.
Pero el bono social no es una ayuda para todos, sino que está pensada para proteger a los consumidores más vulnerables. Se aplica de forma automática a los hogares con una potencia contratada inferior a tres kilovatios. Y se puede implementar para los que tengan una potencia contratada inferior a 10 kilovatios, siempre que cumplan algunos requisitos: ser pensionista y recibir la pensión mínima por jubilación, viudedad o incapacidad permanente, pertenecer a una familia numerosa o a una con todos sus miembros en paro.
4. Bajar la potencia de la luz contratada
Reducir la potencia contratada es la medida más efectiva y recomendada para ahorrar, según los expertos. Se baja por tramos de 1,15 kilovatios. Pero hay que tener cuidado: si se contrata una potencia demasiado baja, podría irse la luz con frecuencia. Por eso, antes de reducirla hay que saber cuánta necesita la vivienda, lo que dependerá del número de personas que residan en la casa, el tipo de electrodomésticos que haya o cuántos aparatos se usen a la vez.
5. Usar la tecnología para ahorrar electricidad
Algunas distribuidoras eléctricas han creado en los últimos años sistemas que permiten ahorrar hasta una media de 200 euros anuales. Ejemplos de ello son los proyectos de compañías como Iberdrola o Factorenergia, que muestran cada día el precio real de la electricidad por horas e indican en qué franjas horarias es más económico consumir electricidad.
6. Cambiar los hábitos de consumo eléctrico
Un consejo de lo más efecivo consiste en revisar a conciencia cuáles son los hábitos de consumo del día a día e intentar reducir el gasto en electricidad. ¿Cómo? Aplicando el sentido común y variando las costumbres: emplear menos el aire acondicionado y no demasiado frío, reducir el consumo de algunos electrodomésticos (frigorífico, lavadora, lavavajillas) o asegurarse de que la puerta de la nevera cierra del modo correcto. A ello se uniría usar bombillas de bajo consumo y tecnología LED en la televisión.
7. Adiós al stand by o modo espera
El sistema de apagado en stand by o modo espera supone entre el 5% y el 10% del total del consumo de electricidad de un hogar, según datos de la Agencia Internacional de la Energía. Esto se traduce en que mantener encendidos el ordenador, el despertador o la televisión cuando no estamos delante nos cuesta casi 150 euros al año. Compensa, y mucho, desconectarlos cuando no se tenga intención de usarlos durante un tiempo prolongado.
Contratar una tarifa de discriminación horaria es una opción que permite tener un precio reducido de la electricidad durante unas horas fijadas, las llamadas horas valle. Sin embargo, ahora, al cobrar un importe diferente cada hora con la nueva tarifa de la luz, parece no tener sentido. Algunas compañías señalan que la discriminación horaria desaparecerá y se aplicará el coste real para cada hora.
Con la llamada discriminación horaria se ahorra mucho, pero solo en el tramo horario que va entre la 1:00 y las 13:00 horas. En el resto se aplica una elevada penalización en casi todas las distribuidoras.