Aguas cristalinas, termo-medicinales, bellos paisajes… Las piscinas naturales aprovechan las condiciones del entorno para proporcionar una opción de baño alternativa a destinos más convencionales como las playas. España posee una gran variedad de este tipo de piscinas en plena naturaleza y en las que, al igual que en cualquier entorno natural, hay que comportarse de manera ecológica para respetar y cuidar. Este artículo destaca 11 piscinas naturales recomendables para darse un baño.
1. La Fontcalda (Tarragona)
En la localidad tarraconense de Gandesa, junto al río Canaletas, se encuentra el balneario natural de La Fontcalda, cuyas aguas son conocidas desde el siglo XIV por sus propiedades minero-medicinales. Su nombre se debe a la fuente termal de agua caliente que brota en el río. En una parte del mismo hay una zona habilitada para el baño y mesas para picnic.
2. Rascafría (Madrid)
Las piscinas naturales aprovechan las condiciones del entorno para proporcionar una opción de baño alternativaConocidas como Las Presillas, las tres piscinas naturales de Rascafría se sitúan en el cauce del río Lozoya. Sus visitantes, además de un refrescante baño, pueden disfrutar de un entorno de espacios verdes, áreas de picnic y restaurantes, además de las vistas al Pico Peñalara, que con sus 2.428 metros es el más alto de la Sierra de Guadarrama, en el Parque Nacional del mismo nombre.
3. Fuentes del Algar (Alicante)
A 15 kilómetros de Benidorm y a 3 de Callosa d’en Sarrià se encuentran Les Fonts de l’Algar. Declaradas Zona Húmeda protegida, durante un kilómetro y medio de recorrido se pueden contemplar una sucesión de paisajes rocosos, cascadas, manantiales y los tolls (remansos de agua o piscinas). Al estar tan cerca de una zona turística tan imporante como la costa alicantina, se recomienda ir entre semana para evitar masificaciones.
4. A Chavasqueira (Ourense)
Situadas en el margen derecho de la ruta termal del río Miño, el conjunto de pequeñas piscinas naturales de A chavasqueira están adaptadas al baño con una temperatura de unos 43º. Se las conoce también como «Caldas do Bispo«, por el obispo que las mandó acondicionar para aprovechar las propiedades minero-medicinales de sus aguas, en especial para afecciones reumáticas.
5. Las Chorreras (Cuenca)
En el término conquense de Enguídanos, desde el embalse de Víllora hasta que el río Cabriel se junta con el Guadazaón (Junta de los Ríos), se hallan Las Chorreras. En estas cascadas se puede disfrutar del baño en sus saltos de agua y piscinas naturales o pozas de color esmeralda. Para llegar a ellas hay que atravesar la residencia abandonada de la Central Hidroeléctrica Lucas de Urquijo.
6. Arenas de San Pedro (Ávila)
En el Parque Regional de Sierra de Gredos, además de unas rutas recomendables de senderismo, se puede disfrutar de las piscinas naturales de Arenas de San Pedro. Situadas en la carretera del Hornillo en el cauce del río Arenal, una pequeña presa forma dos piscinas de agua cristalina con profundidades de unos dos metros y apenas medio metro, respectivamente.
7. Garganta de los Infiernos (Cáceres)
La Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos se encuentra en el Valle del Jerte, entre la Sierra de Tormantos, la vertiente sur de la Sierra de Gredos y el río Jerte. En esta zona se ubican numerosos saltos de agua, cascadas, arroyos y riachuelos, entre los que destacan Los Pilones, frecuentados en verano como zona de baños.
8. El Charco Azul (La Palma)
Al noroeste de la isla canaria de La Palma, entre Puerto Espíndola y San Andrés, está El Charco Azul. El nombre de estas piscinas naturales se debe a su forma y al color diferente del agua en cada una de ellas. Alrededor hay un paseo peatonal y diversas áreas con baños y establecimientos hosteleros.
9 Gulpiyuri (Asturias)
Por sus peculiares características, algunos la podrían considerar a mitad de camino entre una playa y una piscina natural. En cualquier caso, Gulpiyuri es una belleza natural que merece la pena visitar. Ubicada al norte del pueblo asturiano de Naves, el agua del mar se filtra entre las rocas que ocultan el horizonte, aunque para darse un baño hay que estar atento a la subida de las mareas.
10. El Caletón (Tenerife)
Las piscinas naturales de El Caletón se encuentran en el paseo marítimo del municipio tinerfeño de Garachico, al noroeste de la isla. Sus peculiares formas se deben a que se creó en 1706 con la lava proveniente de la erupción del volcán Trevejo, que se solidificó al entrar en contacto con el agua.
11. Pou Clar d’Ontinyent (Valencia)
Las piscinas naturales de Pou Clar están enclavadas en la salida de Ontinyent (Onteniente) en dirección a Bocairent, en la provincia de Valencia. Los bañistas pueden disfrutar de varias pozas y remansos, cada una con un nombre, formadas por el río Clariano a su paso por unos barrancos de roca caliza.
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