¿Cómo se reciclan las baterías de los coches?

Las baterías se pueden reciclar en su totalidad y se evita así extraer el contaminante plomo
Por Alex Fernández Muerza 6 de agosto de 2015
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Imagen: Arkangel

En España, gracias al desarrollo del reciclaje, ya no se extrae desde hace 25 años plomo, un material muy contaminante si no se gestiona de forma adecuada. Al aprovecharse casi al 100% el material usado, se logra que se puedan vender nuevas baterías con plomo reciclado. Estos productos tienen las mismas funciones que los que utilizan materias primas nuevas, pero sin su impacto ambiental. En este sentido, el Gobierno ha aprobado una norma que reduce el impacto ambiental de las pilas y baterías y afianza su sistema de reciclaje. Este artículo indica cómo se reciclan las baterías de los coches y la eliminación de las sustancias más peligrosas en pilas y baterías.

Cómo se recicla la batería del coche

Los ciudadanos pueden entregar las baterías usadas de sus vehículos en cualquier taller mecánico autorizado y en los puntos limpios. Al realizar esta acción, el consumidor pone en marcha un sistema de reciclaje que desconoce pero que ofrece grandes beneficios ambientales.

Las baterías recicladas funcionan igual que las de material nuevo pero con un mayor beneficio ambiental
«Las baterías son como el patito feo en comparación con las pilas», asegura Álvaro Rodríguez, responsable de comunicación de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), que agrupa a las empresas recicladoras y gestoras de residuos. Este experto explica que se las considera muy contaminantes por las sustancias que contienen, como el plomo, y así es si no se las gestiona de forma adecuada.

Sin embargo, las baterías de los coches se pueden reciclar mucho más que las pilas: del 100% de pilas que se ponen en el mercado en España, se recoge un 45%, y de ese 45%, se recicla el 75% de su material. «Estas cifras están muy bien porque es el objetivo que exige la Unión Europea (UE) para 2016», subraya Rodríguez. Ahora bien, las baterías de plomo son reciclables prácticamente al 100%, y ese material reciclado sirve y se utiliza para hacer nuevas baterías, ya que es un material que puede aprovecharse infinitas veces. En la actualidad, según datos de la FER, de lo que se pone en el mercado se recoge el 98,5%.

Al reciclar las baterías de los automóviles, se evita el impacto ambiental de la extracción y producción de materias primas, en este caso del plomo. De hecho, en España ya no se extrae plomo (la última mina de este material, en Peñarroya, se cerró hace 25 años), y a pesar de ello se ha seguido fabricando porque es reciclado.

Los consumidores que utilizan en sus vehículos baterías con material reciclado consiguen las mismas funciones que las baterías con la materia prima nueva, pero con un mayor beneficio para el medio ambiente y la salud. Para elegir una batería con material reciclado basta fijarse en su color: las baterías blancas contienen material nuevo, mientras que las negras llevan el material reciclado.

El valor del material usado de la batería, en torno a los 4-5 euros, es mayor que el necesario para su reciclaje. «Al compensar económicamente recogerlo, el sistema se sostiene», explica Rodríguez. En la actualidad, España cuenta con entre 300 y 500 puntos de recogida de baterías, unas diez plantas trituradoras y unas cinco fundiciones de plomo, «más que suficientes para las 113.000 toneladas que se producen cada año», afirma el experto de la FER.

Por todas estas razones, «la batería es el mejor ejemplo de economía circular y de reciclaje de calidad«, asegura el responsable de comunicación de la FER, ya que el residuo se convierte en un recurso valioso que puede aprovecharse de forma infinita para hacer nuevos productos.

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Imagen: FER

Pilas y baterías: adiós a las sustancias más peligrosas

El Gobierno ha aprobado en fechas recientes el Real Decreto 710/2015 sobre pilas y baterías, que sustituye así al anterior que se encontraba en vigor desde 2008. Entre sus principales medidas positivas para el medio ambiente y la salud de los ciudadanos destaca la restricción de las sustancias más peligrosas y contaminantes, además del afianzamiento del sistema de reciclaje de dichos productos.

El nuevo real decreto prohíbe a partir del 1 de octubre la utilización de mercurio (más de 0,0005% en peso) en las conocidas como pilas botón, de uso habitual en relojes, mandos a distancia o juguetes. Asimismo, prohíbe a partir del 31 de diciembre de 2016 el cadmio (más de 0,002% en peso) en las pilas y acumuladores portátiles emmpleadas en herramientas eléctricas inalámbricas, como taladradoras o sierras eléctricas portátiles.

El mercurio y cadmio se pueden ya sustituir en la actualidad por otros sistemas para las mismas funciones, como el níquel-hidruro metálico, los iones de litio o las pilas-botón sin mercurio.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), impulsor del real decreto, señala que las mercancías fabricadas hasta esas fechas y ya puestas en el mercado podrán comercializarse hasta fin de existencias.

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