A pesar de ser una labor propia de profesionales, barnizar el parqué está al alcance de cualquier persona habilidosa. Basta cumplir una regla fundamental: no se debe aplicar la siguiente mano hasta que no haya transcurrido un tiempo mínimo de 10 horas y un máximo de 48, de manera que el suelo esté seco. Además, es imprescindible que la superficie esté bien lijada -acabado con lija fina-, suave al tacto y sin polvo.
El barnizado paso a paso
La aplicación del barniz debe comenzar por la zona de la habitación por donde entre la luz, de modo que la superficie que se va a barnizar pueda observarse durante todo el trabajo para corregir los eventuales errores de forma inmediata.
La primera aplicación se extiende diluida para minimizar la formación de burbujas. Debe mezclarse entre un 10% y un 15% del barniz con el disolvente que recomiende el fabricante. Transcurridas unas 20 horas desde la primera mano, se lija con suavidad la superficie -con lijadora y orillera con lija fina (grano 100)- para eliminar el repelo de la madera. A continuación, se limpia de nuevo el polvo generado.
El siguiente paso consiste en dar las manos necesarias para conseguir el color deseado, en general entre dos y tres, sin diluir el barniz. Antes de aplicar una capa nueva, hay que esperar 24 horas para que el suelo esté seco y se pueda pisar.
Precauciones
Si el suelo que se va a barnizar está compuesto por tablillas colocadas en diferentes direcciones, se vierte barniz en la superficie, en una cantidad suficiente para cubrir un metro cuadrado. Se extiende con la brocha mediante movimientos de media luna. Si el suelo se compone de tablas colocadas en un solo sentido, como en el caso de la mayoría de las tarimas, el barniz se aplica en el sentido de la veta.
Al barnizar, hay que evitar todo tipo de corrientes para que no se formen burbujas en el barniz ni se acumule polvo, ya que cada mota que se deposite sobre la superficie barnizada dejará una huella que influirá en el brillo de la misma. Por lo tanto, antes de comenzar a barnizar, hay que cerrar todas las ventanas.
Durante el proceso de secado, la temperatura ambiente no debe ser muy elevada, ya que influiría de forma negativa en el mismo.
Cuanto más brilla un barniz, más protege el suelo y más impermeable es.
Además del barniz, es necesaria una brocha específica para barnizar suelos o un rodillo de pelo corto.
Según su composición química, los barnices más utilizados son los de urea-formol y los de poliuretano.
Barniz de urea-formol. Adquiere gran dureza, su acabado es transparente y es muy económico. No obstante, su dureza le hace a la vez más frágil, ya que puede agrietarse con el tiempo y con los golpes, y al aplicarlo desprende un fuerte olor que tarda varios días en eliminarse.
Barniz de poliuretano. Tiene una gran adherencia y resistencia a los golpes, a la abrasión y al rayado. En contacto con productos de uso doméstico -leche, vino, vinagre, aceite, etc.- no se forman manchas. Además, resiste bien el agua hirviendo y el calor. Su principal inconveniente es que tiene una ligera tendencia a amarillearse.