Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados en fechas recientes por Naciones Unidas, reconocen la necesidad de unir desarrollo humano y protección del medio ambiente. Sus responsables se plantean varias metas para acabar en 2030 con la pobreza y el hambre en el mundo, pero, por primera vez para dicho organismo internacional, lo hace en clave de sostenibilidad. Este artículo señala qué se ha aprobado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sus aspectos críticos y cuáles son los países destacados en su consecución.
ODS: qué se ha aprobado
Imagen: Naciones Unidas
Naciones Unidas celebraba hace unos días en Nueva York la Cumbre para aprobar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. «Es un hito en la agenda internacional, porque por primera vez se une la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente», destaca Amancay Villalba, asistente al evento como una de las representantes de UNESCO Etxea, el Centro UNESCO en el País Vasco.
Naciones Unidas une por primera vez lucha contra la pobreza y protección del medio ambienteHasta ahora, la labor internacional por avanzar en el desarrollo humano y en la sostenibilidad había seguido caminos paralelos pero diferentes. La Agenda 2030 ha unido ambas hacia el desarrollo humano sostenible. Naciones Unidas reconocen lo que cada vez más expertos y organizaciones ambientales señalaban desde hace tiempo: el desarrollo humano solo puede ser sostenible o, dicho de otro modo, un modelo de crecimiento económico planteado para ser infinito no es posible en un planeta finito.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) continúan en la práctica los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), aprobados en 2000 con la meta fijada en 2015 para terminar con el hambre y la pobreza extrema en el mundo. Los ODS se imponen una nueva fecha, 2030, con la misma pretensión, pero incluyendo la clave ambiental.
En opinión de Villalba, la nueva Agenda tiene «claras» mejoras respecto a la anterior:
- Incluye la sostenibilidad.
- Pone deberes al Norte: mientras que los ODM se formularon bajo el modelo de donante-receptor, los ODS incorporan objetivos de protección de los océanos, de creación de asentamientos urbanos sostenibles, de igualdad de género, etc. que se corresponden con actuaciones en todo el planeta.
- Comprende en mayor medida un enfoque de derechos humanos.
- Se ha diseñado bajo el principio de «no dejar a nadie atrás», con metas que alcanzan a toda la población mundial, y no solo a un porcentaje como en la vez anterior, cuando se hablaba de «disminuir el 50% de personas que viven en la pobreza extrema».
- Trasciende del concepto de pobreza extrema, se refiere a la pobreza en su conjunto e incide en la erradicación de las desigualdades y las vulnerabilidades.
Los ciudadanos, en cuanto a consumidores, son de nuevo decisivos para lograr un desarrollo sostenible beneficioso para la humanidad y el medio ambiente. «Los ODS deberían suponer un cambio en los modelos de consumo, de producción y, en general, un cambio de estilo de vida centrado en la dignidad humana y la protección del planeta», apostilla la responsable de UNESCO Etxea.
Imagen: Naciones Unidas
Aspectos críticos de los ODS
Los ODS no se han librado de las críticas por aspectos que podrían haber sido mejores. Diversos expertos y organizaciones recuerdan que los ODM no se cumplieron y consideran que los ODS correrán una suerte similar.
Según el equipo de UNESCO Etxea, sí hay cuestiones que han mejorado: «La Agenda 2030 se ha realizado fruto de un trabajo de más de dos años en el que Naciones Unidas, Estados miembros, agencias internacionales y organizaciones de la sociedad civil han participado conjuntamente. En los ODM no hubo tal participación».
Otro de los aspectos más criticables de la Agenda es que no se trata de un acuerdo vinculante. Por tanto, queda a merced de la voluntad política de los países y sus gobiernos.
Algunos apartados de la Agenda muestran diversas contradicciones, como en el objetivo 7, relativo a las energías, que «deja leer entre líneas una puerta abierta al fracking«, o el papel destacado del sector privado como agente clave del desarrollo, «cuando bien es sabido que en muchos casos es uno de los responsables de desigualdades y de destrucción del medio ambiente», asegura Villalba.
Imagen: Naciones Unidas
Objetivos de Desarrollo Sostenible: países destacados
Los ODS acaban de lanzarse con miras a 2030 y, por tanto, es pronto para apuntar qué países están más involucrados. No obstante, algunos ya han ofrecido buenas sensaciones, como Brasil, que ha tenido un papel muy activo en todos los encuentros intergubernamentales, o Suecia y Colombia, que han empezado a elaborar una hoja de ruta para la implementación que puede ser referente para muchos otros países.
En cuanto a España, se ha trabajado para lograr un posicionamiento sobre la forma de implementación de la Agenda y se ha nombrado un panel interministerial para ello.
La experta de UNESCO Etxea recuerda también que muchas de las competencias de la Agenda se gestionan a escala local y/o regional, de ahí el papel relevante de los gobiernos regionales y locales. «Hay administraciones que vienen pisando fuerte, como las de Sao Paulo y Gales«, concluye.