Las llamadas ciudades inteligentes o smart cities ya son una realidad en España. Urbes como Bilbao, Madrid, Santander y Barcelona engrosan la lista de las llamadas ciudades inteligentes españolas, que digitalizan sus organismos públicos mientras crean entornos urbanos más eficientes y sostenibles, con menos contaminación del ambiente. Pero, ¿qué es una smart city? ¿Cómo nos afectan a los ciudadanos? Y ¿cuáles son las ciudades inteligentes más interesantes en España?
¿Qué es una ciudad inteligente o smart city?
El concepto de ciudades inteligentes obedece a un grupo de políticas de desarrollo mediante la incorporación de nuevas tecnologías de la información en diversos campos referentes a las ciudades, la interacción de sus habitantes con su entorno y la su infraestructura.
Según datos del ‘Estudio SmartCities Calidad Digital de las Ciudades‘, de la Asociación de Empresas de Electrónica y la consultora de investigación e innovación digital nPeople, el 72% de los ciudadanos considera importante el acceso online para la gestión de servicios públicos y para el 62% de los ciudadanos falta más digitalización en los servicios municipales.
Un complejo urbano puede ser calificado de inteligente en la medida en la que haya avanzado tecnológicamente en aspectos como los servicios de educación y transporte, infraestructuras de energía (electricidad, gas), tecnologías de comunicación (electrónica, internet) y un desarrollo económico y ambiental sostenible, entre otros que contemplen y promuevan una calidad de vida elevada de sus habitantes.
La creación de una ciudad inteligente busca mejorar áreas de la ciudad como la gestión de los recursos naturales, la optimización de su infraestructura dotándola de soluciones tecnológicas avanzadas para facilitar la interacción con los usuarios y la administración pública. Dicha transformación aborda a su vez problemas urbanos como el abastecimiento energético, las emisiones de CO2, la planificación del tráfico automovilístico, la provisión de bienes y materias primas y la gestión de servicios sanitarios y de seguridad a todos a quienes residan en estas ciudades en desarrollo.
Según datos de la ONU, para el 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades. En este escenario sociodemográfico, con claros retos políticos y medioambientales, el concepto de ciudad inteligente es el eje central de cómo afrontar el manejo de ciudades cada vez más grandes y complejas y, a su vez, optimizar los recursos disponibles para abastecer la mayor cantidad de demandas con la menor cantidad posible de estos recursos.
Ciudades inteligentes en España
- Madrid. Un claro ejemplo sobre digitalización de una ciudad es el Centro Integrado de Seguridad y Emergencias (CISEM), que coordina y organiza cuerpos como la Policía y ha conseguido unos tiempos de respuesta inferiores a los 8 minutos. Algo parecido ocurre con los centros de control de movilidad encargados de medir la afluencia de tráfico en tiempo real (tanto en la M-30 como dentro de la ciudad). Para ello utilizan sensores enterrados que cuentan el número de coches que pasan por las calles.
- Málaga. El proyecto de digitalización de la ciudad se centra en la gestión de la energía, se ha optado por la integración de fuentes renovables en la red eléctrica, con el objetivo de aumentar la eficiencia y reducir las emisiones de dióxido de carbono. Con el despliegue de tecnologías de última generación en comunicaciones y sistemas, automatización de la red, generación distribuida e infraestructura inteligente de carga de vehículos se pretende una mejora en la gestión de la energía en las redes malagueñas.
- Bilbao. Se encuentra en el Top 5 de las ciudades inteligentes de España y tiene un plan para el 2020. Como parte de la iniciativa financiada por la Unión Europea, la ciudad está cambiando por completo para reducir su impacto medioambiental, incrementar la eficiencia energética y de transportes y aumentar su atractivo turístico. La campaña de concienciación del cambio climático y el consumo de agua de la ciudad tiene como meta recortar el gasto del agua en un 8% para el 2020.
- Barcelona. Con la firme idea de convertir las TIC en elementos básicos en la ejecución de varios servicios ciudadanos como la movilidad o la administración, ha implementado telecontadores que permitirán un mayor conocimiento y optimización del consumo por parte del cliente, dichos sistemas permitirán facilitar y aumentar la capacidad de previsión y adaptación del consumo, comportando un ahorro económico al ciudadano, y, a su vez, una reducción de la emisión de gases.
- Zaragoza. Cuenta con un proyecto que va desde la administración electrónica a la implantación de estructuras de telecomunicaciones o el uso de software libre. Se controlan, también, de forma inteligente, el alumbrado público o el abastecimiento de agua (lo que puede suponer un importante ahorro).
- Santander. Cuenta con gran cantidad de sensores, que se ocupan de recoger información del estado de la ciudad. Esto puede ir desde el estado del tráfico hasta la meteorología o la contaminación del ambiente. Un ejemplo para ilustrar la utilidad es el de los sensores de riego, que normalmente se rigen por una programación basada en un horario.
Actualmente España cuenta con una Agenda Digital, iniciativa liderada por el Ministerio de Industria, Energía, y Turismo y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, la cual persigue los objetivos de:
1. Fomentar el despliegue de redes y servicios para garantizar la conectividad digital.
2. Desarrollar la economía digital para el crecimiento, la competitividad y la internacionalización de la empresa española.
3. Mejorar la e-Administración y adoptar soluciones digitales para una presentación eficiente de los servicios públicos.
4. Reforzar la confianza en el ámbito digital.
5. Impulsar el sistema de I+D+I en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
6. Promover la inclusión y alfabetización digital y la formación de nuevos profesionales TIC.
Dicha agenda contiene proyectos de desarrollo en diferentes comunidades incorporando tecnología para optimizar su funcionamiento y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.