Los bancos están abaratando los intereses tanto de las hipotecas a interés fijo como variable. Ambos préstamos se han convertido en una muy buena opción de compra, así que la elección entre una hipoteca u otra se complica. Las preguntas que surgen a quienes quieren comprar una vivienda y necesitan financiación son: ¿qué hipoteca me sale más a cuenta? y ¿qué ventajas tienen cada uno de estos créditos? Estas dudas se intentarán resolver a continuación.
¿Hipotecas de interés fijo o variable?
Lo primero que hay que recordar es que una hipoteca fija es la que se caracteriza por tener un interés exacto que no varía a lo largo de los años, es decir, que se pagará la misma cuota durante toda la vida del préstamo. Por otro lado, el interés de las hipotecas variables se forma a partir de la suma de un diferencial (que siempre será el mismo), más el valor de un índice de referencia, que por lo general es el euríbor a 12 meses.
A partir de aquí, hay que tener en cuenta que no existe una hipoteca mejor que otra, ya que nadie puede predecir qué hará el euríbor en los próximos años: si subirá o no. Por tanto, tomar la decisión entre una hipoteca fija o variable dependerá del perfil de cada cliente y de su capacidad de endeudamiento. Sin embargo, sí existen recomendaciones que pueden orientar la elección.
¿Cuándo conviene pedir una hipoteca fija?
Las hipotecas a interés fijo tienen la ventaja de que se puede conocer por adelantado cuánto se abonará de cuota cada mes. Además, los bancos han lanzado hace poco muchas ofertas bastante atractivas, por lo que es posible encontrar más variedad para comparar propuestas. Un crédito hipotecario a interés fijo es interesante si:
- Se quiere tener la seguridad de pagar lo mismo todos los meses, durante todo el plazo de la hipoteca, sin tener que depender de las fluctuaciones del euríbor.
- Se encuentra una oferta con un interés por debajo del 3% o inferior y que además no exija mucha vinculación, ya que esta encarecerá el coste total.
- Se piensa que el euríbor, durante las dos o tres próximas décadas, no alcanzará una media del 2,50% o el 3%.
¿Cuándo conviene solicitar una hipoteca variable?
Las hipotecas variables representan más del 90% del total de hipotecas firmadas en España. Una de las principales ventajas de las variables, a diferencia de las fijas, es que se pueden encontrar plazos de amortización largos, que pueden llegar a los 40 años. Además, la financiación que por lo general conceden las entidades también es mayor, en torno al 80%, aunque se puede conseguir hasta el 100%, si se adquiere un piso del banco o se tiene un perfil financiero muy solvente. También, el euríbor a 12 meses cotiza en mínimos históricos, por lo que las cuotas son ahora mucho más bajas. Por último, otra de las ventajas es que es posible contratarlas sin tener que abonar ninguna comisión. Contratar una hipoteca variable es conveniente si:
- No se ha encontrado un banco que conceda una hipoteca fija barata, es decir, con un interés por debajo del 3% o que la oferta incluya una vinculación con la entidad muy alta.
- Se piense que el euríbor no superará una media del 3% durante los próximos 20 o 30 años, por lo que se quiere arriesgar a las fluctuaciones del índice.
Problemas que pueden presentar las hipotecas fijas
Por último, antes de decidir entre un préstamo fijo o variable, cabe recordar algunos inconvenientes que pueden presentar las hipotecas a interés fijo:
- Tienen más comisiones. La mayoría de bancos que comercializan hipotecas a tipo fijo incluyen comisión de apertura en el contrato y, en general, esta es del 1%; es decir, que nada más firmar el crédito, se deberían desembolsar unos 1.000 euros de cada 100.000 de hipoteca.
- El plazo de amortización es más corto. Mientras que para las variables los plazos son de 30 años, hay bancos que solo ofrecen tipos fijos hasta 20 años. Eso significa que las cuotas serán mucho más altas, por lo que solo podrían acceder a este tipo de préstamos los perfiles más solventes.