El Acuerdo de la Cumbre del Clima de París (COP 21) no es el texto deseado por quienes ven el cambio climático como algo urgente para el presente y futuro de la humanidad, pero sí el mejor posible viendo las dificultades de que lo negociaran y firmaran sus 196 partes (195 países más la Unión Europea) con intereses y situaciones dispares. El tiempo lo dirá, pero parece el punto de partida de una inercia imparable y en aumento para combatir el cambio climático de aquí a los próximos años. Para ello instituciones, empresas y consumidores deberán asumir diversas medidas a nivel global. Este artículo señala qué se ha aprobado en la COP21 de París y cómo lograr sus objetivos.
Cumbre del Clima de París, qué se ha aprobado
Un acontecimiento histórico y una ocasión más desaprovechada. Son algunas de las sensaciones agridulces que ha dejado el Acuerdo de la COP 21. Algunos de los aspectos que causaban rechazo se han eliminado, suavizado o incluido de forma implícita. El texto final apunta como objetivo principal que la temperatura media del planeta a final de siglo se quede «por debajo de los 2 ºC» con respecto a los niveles preindustriales y que se deben hacer esfuerzos para que «no se superen los 1,5 ºC». Los países deberán presentar planes para recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero los objetivos que cada país se marca para ello no serán obligatorios. De esa forma se ha conseguido que Estados Unidos, el segundo país con más emisiones de GEI del mundo, no se quede fuera. Se crearán inventarios para hacer un seguimiento de los programas nacionales.
Los objetivos de la COP 21 de París podrán alcanzarse con varias medidas entre todosLos científicos subrayan que, aunque los países cumplieran estos compromisos, la barrera de los 2 ºC se sobrepasaría. Por ello, el acuerdo establece revisiones al alza de las contribuciones nacionales cada cinco años. La primera revisión se hará en 2020, cuando entra en vigor el acuerdo.
Los países desarrollados deberán reunir, desde la entrada en vigor del acuerdo hasta 2025 y de forma anual, 100.000 millones de dólares para ayudar a los países en desarrollo a que reduzcan sus emisiones y se adapten a las consecuencias del cambio climático. Esta cantidad deberá ser además revisada para antes de dicho año. Otros países podrán aportar dinero de manera voluntaria.
El texto final suprime los términos «neutralidad de carbono» y «descarbonización de la economía» de anteriores borradores, que suscitaban el rechazo de los países productores de petróleo. En su lugar se señala el objetivo de conseguir para mediados de siglo un equilibrio entre las emisiones de GEI y la absorción de los mismos, abriendo la puerta a sistemas de secuestro y almacenamiento de CO2.
Cómo lograr los objetivos de la COP 21 París
Las medidas para lograr los objetivos del acuerdo de la COP 21 de París son diversas, con la colaboración global de todos, instituciones, empresas y ciudadanos:
- Aumentar el peso de las energías renovables y reducir el de los combustibles fósiles. Aunque se ha evitado decirlo de esta forma, será indispensable para no superar esa barrera de los dos grados. Así se entendió en las bolsas al conocerse el texto final con subidas de las acciones de las empresas renovables. La Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) estima que cumplir el acuerdo de París supondrá duplicar su instalación en los próximos 15 años y una inversión anual de 900.000 millones de dólares en 2030.
- Disminuir el consumo de energía. La energía que menos impacto tiene en el medio ambiente es la que no se consume. Por ello, es esencial también mejorar la eficiencia energética y gastar solo lo estrictamente necesario, sin derroches.
- Apostar por un modelo de movilidad sostenible: utilizar el transporte público y exigir que haya más y sea más ecológico; si se necesita el vehículo privado, elegir un modelo menos contaminante, realizar una conducción eficiente o compartir el coche y el parking; siempre que sea posible, ir a pie o en bicicleta; e incluso la opción de no desplazarse gracias al teletrabajo.
- Detener la deforestación y regenerar los bosques para que cumplan su función natural de sumideros de carbono, además de cambiar las técnicas agrícolas intensivas por otras sostenibles.
- Aumentar la implicación de las instituciones a todos los niveles en la adaptación y mitigación del cambio climático, desde las altas instancias gubernamentales hasta las entidades locales, que pueden hacer mucho más de lo que se piensa.
- Generalizar modelos de negocio que implanten la economía circular y convertir así los residuos en recursos.
- Seguir actitudes de consumo sostenibles, basadas en las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar).
- Potenciar las investigaciones científicas y tecnológicas para conseguir una sociedad baja en carbono, desde la mejora de baterías para almacenar la energía renovable hasta los sistemas de ahorro energético o de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2).