La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de marzo el Día para la Cero Discriminación como una forma de comprometerse para acabar con el estigma y la discriminación que sufren diferentes personas por su raza, por ser hombre o mujer, vivir con el VIH, tener una discapacidad, por ser niños o niñas, su orientación sexual e identidad de género. Hoy día, en más de un tercio de las naciones del mundo se tipifican como delito las relaciones entre personas del mismo sexo. En este artículo se describen las medidas discriminatorias a nivel mundial que siguen afectando a las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) y ante las cuales los Estados no siempre intervienen. Se muestra la realidad en España, donde se sigue luchando por una ley estatatal que garantice medidas contra el odio a estas personas.
Discriminación social y políticas discriminatorias
La persona que es o se la considera lesbiana, gay, bisexual, transgénero o intersexual padece el estigma social, la exclusión y el prejuicio en el empleo, el hogar, el centro de estudio, las instituciones de atención de la salud y muchas otras facetas de su vida. Estas personas pueden ser despedidas de sus trabajos e intimidadas en la escuela, se les puede negar el tratamiento médico adecuado, pueden llegar a ser expulsadas de sus hogares o repudiadas por sus padres, ingresadas a la fuerza en instituciones psiquiátricasu obligadas a contraer matrimonio o quedar embarazadas.
Las personas LGTB pueden ser despedidas de sus empleos e ingresadas a la fuerza en instituciones psiquiátricas
Esto es así en muchos países y si bien los Estados tienen la obligación de que sus leyes y políticas no discriminen y protejan a las personas por su orientación sexual y su identidad de género, aún no es una realidad y se está violando el derecho internacional.
Otros ejemplos de medidas discriminatorias son la prohibición de que las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) realicen ciertos trabajos, además de las restricciones discriminatorias a la libertad de expresión y a las manifestaciones públicas (desfiles de orgullo LEGTB) o la negación del reconocimiento jurídico de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
¿Se considera delito ser gay o lesbiana?
En siete países de África y Asia pueden llegar a ser condenadas a la pena de muerte
En más de un tercio de las naciones del mundo se tipifican como delito las relaciones privadas y consentidas entre personas del mismo sexo. Estas leyes violan los derechos a la no discriminación y exponen a las personas al riesgo de ser arrestadas, perseguidas y encarceladas. Incluso, en al menos siete países, pueden llegar a ser condenadas a la pena de muerte. Esto sucede en Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
Otros países tienen castigos menos drásticos pero también intolerantes, como son meses de prisión, y hasta pueden llegar a la cadena perpetua. También se imponen multas, trabajos forzados o deportación.
En otras partes del mundo la justicia castiga los actos de intolerancia u homofobia, como sucede en Argentina, Bélgica, Holanda y Noruega. El matrimonio homosexual es legal en 20 países como Argentina, Brasil, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Uruguay, España, Francia, Islandia, Canadá, Suecia, Noruega, Irlanda, Bélgica, Reino Unido, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo, Dinamarca y en algunas partes de México y Estados Unidos. Y la adopción homoparental, es decir, por parte de parejas del mismo sexo ya es legal en 25 países.
LGTBfobia en España
En España el 38% de las personas LGTB se han sentido discriminadas o perseguidas, aunque solo un 10% ha denunciado estas agresiones.
En España solo un 10% ha denunciado estas agresiones
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) reclama la implicación del Ministerio del Interior para afrontar con urgencia las agresiones contra personas LGTB cuyas denuncias han aumentado en 2016. En lo que va de año han proliferado las denuncias en Granada, Sevilla, Santiago y Madrid.
La FELGTB lanzó en septiembre de 2015 la campaña #ConLaVozBienAlta para promover la denuncia de los crímenes de odio.
Desde esta organización solicitan más seguridad en las calles y medidas concretas por la igualdad real. Además, piden apoyo y justicia para las víctimas de estas agresiones, que a su vez debe ir acompañado de otras políticas preventivas en materia educativa, formación de profesionales y visibilidad de la diversidad sexual y de género, entre otras.
