Del mismo modo que los humanos viven más tiempo que hace una década, los gatos también. «El número de felinos que supera la barrera de los seis años de edad se ha duplicado en los últimos diez años. Todos los datos apuntan a que la población de gatos ancianos crecerá más», explica la Asociación de Médicos Felinos. En este artículo se desvela cuántos años viven los gatos, qué ocurre cuando envejecen, por qué los felinos ancianos comen peor y se limpian menos y cómo es el mal de Alzheimer en estos animales.
¿Cuántos años vivirá mi gato?
¿Cuándo comienza la tercera edad de los gatos? Mientras que algunos felinos empiezan a padecer los cambios físicos que advierten de su llegada a la vejez a partir de los siete años, «no se convierten en ancianos hasta los 12 años de edad», puntualizan los veterinarios de la Asociación de Médicos Felinos.
¿Y cuántos años vivirá el peludo amigo? La esperanza de vida media para los gatos domésticos oscila entre los 16 y los 21 años, «aunque los avances y tratamientos veterinarios les permite incluso superar esa barrera», concluye, por su parte, la publicación Animal Research, una ingente base internacional de datos científicos sobre salud animal.
Y lo más importante: la vejez del felino no es una enfermedad, aunque implique cambios físicos y psicológicos importantes para ellos y sean más vulnerables a las dolencias. La clave para conseguir que un gato senior esté sano y feliz el mayor número de años posible es cuidarlo como se merece. Y, para ello, es importante reconocer qué ocurre cuando envejece.
¿Qué ocurre cuando los gatos envejecen?
El envejecimiento del felino, como el de los humanos, implica una serie de cambios físicos y de comportamiento que es necesario conocer. «En comparación con el cuerpo de un gato joven, el anciano tiene un sistema inmunológico menos preparado para combatir los agentes extraños, por lo que es normal que aparezcan enfermedades crónicas«, concluye un estudio realizado por la Universidad de Cornell (EE.UU.). La deshidratación, consecuencia de muchas de estas patologías, solo agrava el problema: rebaja la circulación de la sangre y ralentiza el funcionamiento del sistema inmune de la mascota. Por eso, se debe visitar al veterinario con mayor frecuencia.
Los gatos ancianos se limpian peor
Un gato anciano merodea intranquilo por casa, maúlla más de lo habitual y puede desorientarse
La piel de un felino anciano pierde elasticidad y se hace más fina. Esto es normal, pues se ha reducido su circulación sanguínea y explica por qué está más expuesto a infecciones y enfermedades de la piel. ¿Qué se puede hacer? Se le puede ayudar a cuidarla con los cepillados. Un gato anciano es menos efectivo en su tarea diaria de acicalarse, por lo que también puede tener más problemas con las bolas de pelo -peligrosas porque taponan su sistema digestivo-, su piel tiene un olor más intenso y pueden aparecer enfermedades cutáneas.
Pero los mininos ancianos no solo descuidan la limpieza de su piel. También se olvidan de acicalar sus uñas con la frecuencia con la que solían hacerlo. Por ello, no resulta extraño que necesiten que se les recorte sus uñas. Estos son varios trucos para cortar las uñas del gato en casa sin estrés.
Pérdida de memoria y mal de Alzheimer en gatos
Los felinos ancianos, como las personas, también pierden memoria, por lo que tampoco es raro que cambien su personalidad y otras alteraciones en su comportamiento relacionadas con la vejez. Algunas señales de que el gato se hace anciano es que merodea intranquilo por la vivienda, maúlla más de habitual, puede incluso desorientarse y evitar las interacciones con otros felinos de casa.
Pero no solo eso. También los gatos, como las personas y los perros, padecen la enfermedad de Alzheimer. En los felinos esta degeneración del sistema nervioso central afecta a uno de cada tres mininos mayores de 11 años. Aquí se dan todas las claves para reconocer el mal de Alzheimer en gatos y poder cuidarlo.
Gatos ancianos: menos activos, comen peor y con problemas renales
Los felinos ancianos son menos activos que los jóvenes, por lo que su tono muscular se reduce y disminuye sus ganas de correr o trepar. Esta falta de actividad física contribuye a la degeneración de las articulaciones y a mayores dolores asociados (artritis), por lo que algunos reúsan subirse a sitios elevados o utilizar su arenero con normalidad. ¿La clave? Gatificar las casas para los gatos ancianos, con rampas y menos obstáculos.
«Además, es frecuente que los felinos ancianos no tengan tantas ganas de comer, ya que sus sentidos del gusto y el olfato también pierden con la edad», añaden los veterinarios del Grupo de Medicina Felina. También son muy frecuentes la pérdida de visión y los problemas en los dientes, así que el dolor puede explicar que pongan resistencia para comer.
Los fallos en el funcionamiento de los riñones también crecen con la edad. Aquí hay trucos para entender cómo se forman las piedras en los riñones de los gatos y cómo cuidarlos.
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