El próximo 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia. Una opción para celebrar esta jornada es colaborar con otras personas prestando el tiempo y habilidades de todos los miembros de la familia a una ONG. Aunque el voluntariado en familia es una práctica poco extendida en nuestro país, cada vez más organizaciones proponen actividades conjuntas para padres e hijos tanto en España como en el extranjero. En este artículo se cuentan los beneficios del voluntariado en familia, las diferentes formas de voluntariado que existen y las entidades sociales con las que colaborar.
¿Qué aporta el voluntariado en familia?
El voluntariado familiar favorece que padres e hijos pasen un tiempo juntos haciendo un bien social. Son actividades que aportan bienestar tanto a la familia como a las personas que se sienten acompañadas y las ONG que necesitan de la mano de voluntarios. Estos son algunos de los beneficios que aporta ayudar a otros junto a la familia:
- Transmisión de valores y compromiso con el entorno. El voluntariado desde que son niños favorece convertirles en adultos responsables y solidarios. Aprenden valores como la solidaridad, compartir y participar de forma activa en la sociedad.
- Empatizar con otras realidades en nuestro entorno más próximo o en otra parte del mundo. Es una forma de conocer cómo viven otros menores, adultos o personas mayores y saber que no todas las personas cuentan con los mismos recursos y apoyos.
- Acercamiento al trabajo de las ONG. Es una forma de conocer la labor social que llevan a cabo muchas entidades sociales y entender que hay otro sector profesional con el que poder colaborar y trabajar.
- Compartir una actividad igualitaria entre padres e hijos que favorece la comunicación entre ellos, integra y une a los miembros de la familia. Además, el voluntariado incrementa la sensibilidad y el sentido del compromiso hacia otras personas.
- Conocer a otras familias con inquietudes similares. Es una forma de que conozcan a otros niños y otros padres, desarrollen la observación y aprendan por imitación. Además, si el voluntariado es continuado, los pequeños también aprenden a ser constantes y adquirir hábitos más solidarios.
Tipos de voluntariado con niños y niñas
Voluntariado con animales. Se puede ir a una protectora de animales donde cuidarles, limpiarles y, dependiendo del animal, sacarles a pasear. Además, organizaciones como Amigos del Perro buscan casa de acogida hasta que el can encuentre una familia definitiva; ellos se hacen cargo de todos los gastos del animal mientras convive en la casa con la familia de acogida.
Actividades al aire libre para cuidar los espacios naturales
Voluntariado en la naturaleza y protección del medio ambiente. Con la llegada de la primavera hay muchas opciones para hacer actividades al aire libre y cuidar espacios naturales. Los niños pueden colaborar en la limpieza de ríos y en la reforestación. Organizaciones como Amigos de la Tierra favorecen este tipo de voluntariado.
Voluntariado internacional. Un viaje al extranjero para hacer voluntariado es una excelente forma de enseñar a los niños a crecer emocionalmente, explorar un nuevo lugar y compartir una experiencia con personas de otra cultura. Padres e hijos trabajan juntos dando servicio a proyectos que necesitan del apoyo de otros. Se puede hacer la ruta norte de Marruecos. También a través de la organización Projects Abroad es posible ir a un montón de destinos con niños a partir de los cuatro años. Y AIPC Pandora organiza todos los años viajes solidarios en familia a Sudáfrica, Bali y Cisjordania.
Voluntariado de ocio y tiempo libre con menores con discapacidad. Se pueden hacer actividades con personas en riesgo de exclusión social, desde acogida de niños, ocio con menores o acompañamiento a pequeños con discapacidad. A través de la Asociación de padres de Montealto o la ONG Desarrollo y Asistencia, las familias voluntarias recogen al niño con discapacidad y se reúnen con otras familias voluntarias para jugar, ir al parque, a un museo o una ludoteca. Este voluntariado está dentro de los programas de respiro familiar para los padres y madres que tienen un hijo con discapacidad.
Hay familias que acompañan a niños con discapacidad
Voluntariado con personas mayores. Está comprobado que la calidad de vida de las personas mayores aumenta cuando están rodeados de niños. En España el 22,6% de las personas mayores de 65 años viven solas en sus casas o residencias, pero sin la compañía de familiares. A través de asociaciones como Amigos de los Mayores se puede colaborar junto con toda la familia ofreciendo tiempo y cuidado a una persona mayor.
Convertir a los menores en cooperantes (médicos, bomberos, arquitectos) para llevar a cabo una importante misión. Este taller de solidaridad ha sido puesto en marcha por la Granja Escuela El Álamo que permite a los pequeños viajar a través de un cuento a una tribu africana y ayudarles a construir un pozo, salvar vidas y conocer cómo es la vida en un campo de refugiados.
Donación de juguetes. A través de este gesto tan sencillo, los más pequeños aprenderán el valor de dar y compartir con los demás lo que ellos tienen.