¿Cómo comprar sin necesidad de llevar dinero encima? Con las tarjetas monedero. También llamadas prepago o virtuales, estos “plásticos” son cómodos para efectuar pequeños pagos, como los del aparcamiento, el comedor de la facultad, gastos on line, etc. Comprar con ellas es, además, una acción segura, ya que reducen las posibilidades de fraude. En este artículo se indica para qué sirven las tarjetas monedero, cómo y dónde pueden utilizarse y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
¿Qué son las tarjetas monedero?
Las tarjetas monedero aún no son muy utilizadas, a pesar de que las tienen numerosas entidades bancarias y de que resultan muy cómodas, pues reúnen en un solo dispositivo características del dinero en efectivo (billetes y monedas) y de las tarjetas bancarias tradicionales. Como las define el Banco de España, «las tarjetas monedero son tarjetas prepago que permiten hacer abonos de pequeño importe«.
También hacen posible obtener dinero hasta la cantidad que su titular haya entregado antes a la entidad bancaria o a la entidad de dinero electrónico que emite la tarjeta, mediante un ingreso en caja o un cargo en su cuenta. Una vez agotado el importe de este «plástico», puede recargarse mediante un nuevo abono.
En general, la cuantía que puede almacenarse en estas tarjetas es pequeña y lo que se pretende es que este «plástico» sea a medio plazo un sustitutivo electrónico de las monedas y los billetes de banco.
¿Para qué sirven las tarjetas monedero?
1. Hacer compras y cancelarlas. Se puede adquirir cualquier cosa en establecimientos que tengan el sello de la marca de la tarjeta. Al comprar, se tiene que autorizar la operación introduciendo el número PIN, igual que con cualquier tarjeta de débito o crédito. Si la operación no puede efectuarse, se puede cancelar y el dinero no se perderá.
2. Realizar compras sucesivas. Resulta muy útil para adquisiciones muy pequeñas, pero que se hacen cada poco tiempo (parking, comedor…).
3. Descargar dinero. Se puede descargar el dinero de la tarjeta monedero y pasarlo a la cuenta asociada, además de poder obtener el dinero en efectivo si se utiliza un cajero del banco emisor del «plástico».
4. Intercambio de divisas. En cualquier momento se puede cambiar todo o parte del dinero de la tarjeta monedero a otra divisa.
¿Cómo y dónde utilizar las tarjetas prepago?
Para poder usar una tarjeta monedero es necesario que esté cargada con el importe que se quiera tener en ella. Para hacerlo, se puede hacer un ingreso en efectivo, emplear una tarjeta de crédito o hacer un cargo a la cuenta. Una vez cargada, ya es posible operar con ella y, cuando el dinero se acabe, recargarla de nuevo. ¿Dónde? ¡Es sencillo! Vale cualquier cajero automático de la entidad emisora del «plástico».
La tarjeta monedero resulta muy práctica para ciertos usos, como el pago en recintos deportivos o en comedores de empresas, de hospitales o de algunas universidades.
¿Qué ventajas tienen las tarjetas monedero?
1. Las compras son más ágiles. Al evitarse el manejo de dinero en efectivo, las operaciones de intercambio de dinero durante una compra son más rápidas.
2. Es un sistema seguro. Las monedas y billetes no se recuperan si se pierden, pero si se extravía el «plástico» o se deteriora, se puede recuperar.
3. Es cómoda para los comercios. Les evita tener toda la logística asociada al uso de efectivo, algo que posibilita trabajar en mejores condiciones de seguridad y reduce los costes operativos.
4. Permite controlar el gasto. Evita los gastos «hormiga», ya que se puede llevar la cuenta de gastos de una manera muy precisa. Es posible obtener el detalle de los pagos que se han hecho durante un periodo determinado.
¿Cuáles son los inconvenientes de estas tarjetas?
1. Hay que estar pendiente de no quedarse sin saldo. Si no se está alerta, puede ocurrir que se haga una compra y al pagar no se tenga saldo. ¡Una situación incómoda!
2. No es muy utilizada aún. Su aceptación como medio de pago es todavía escasa y se usa, sobre todo, para pagar algunos transportes y servicios municipales y en el ámbito universitario. Estas transacciones no tienen peso, si se tiene en cuenta la cantidad de compras y operaciones que se realizan a diario.