Lanzado hace poco más de un año, el Apple Watch, el reloj inteligente de Apple, ha conquistado los corazones -o más bien las muñecas- de muchos usuarios. Pero también ha defraudado a otros tantos. ¿Qué tiene este smartwatch para despertar tantas pasiones, en ambos sentidos? En este artículo se repasan las razones que pueden llevar a amar el Apple Watch… u odiarlo.
El Apple Watch, ¿un gadget necesario?
El Apple Watch se lanzó en abril de 2015, aunque a España no llegaría hasta dos meses después. Durante este año, el reloj de Apple ha pasado por varias actualizaciones de su software WatchOS -incluyendo la versión 2- y ha ido aumentando la selección de correas. Además, los desarrolladores han ido adaptando sus aplicaciones al reloj, de forma que cada vez hay más apps con las que es posible interactuar desde la muñeca.
Este reloj no fue el primer smartwatch en llegar al mercado, pues ya había varios modelos con Android Wear. Su recepción fue en general positiva, aunque con algunas críticas centradas en el precio (tanto del propio dispositivo como de las correas intercambiables), la lentitud del sistema operativo o la duración de la batería, entre otras. Por otro lado, hay también quien dice haberse sentido decepcionado, porque esperaba poderle sacar más partido como gadget.
En cuanto a las ventas, y aunque Apple no facilita estos datos, los analistas estiman que puede haber vendido unos 12 millones de dispositivos durante su primer año de vida. Pueden parecer pocos, pero si se comparan con los seis millones de iPhones comercializados durante el primer año de este smartphone, la cosa cambia. Por otro lado, y a pesar de que la comparación con el iPhone sea positiva, en general se esperaban números más grandes, sobre todo en el último trimestre del año, que es la mejor época en ventas debido a las compras navideñas. El Apple Watch no experimentó el mismo crecimiento espectacular que sus competidores, y esto ha llevado a muchos a plantearse si los números de ventas son en realidad tan buenos como se esperaba.
Seis razones para amar el Apple Watch
A pesar de todo, muchos no han dudado en adquirir el reloj inteligente de Apple y, tras usarlo durante varios meses, no les faltan razones para amarlo.
- 1. No se pierde ni una notificación. Con este dispositivo permanentemente atado a la muñeca, es difícil perder una llamada, un mensaje o cualquier otro tipo de notificación. Y esto resulta muy útil para quienes llevan el móvil en el bolso, la mochila o un bolsillo del abrigo; ya no hace falta sacarlo para ver esa notificación, solo hay que levantar la muñeca.
- 2. Anima a ser más activo. El Apple Watch tiene las funciones propias de una pulsera cuantificadora; con ellas se pueden medir la actividad y las calorías gastadas, entre otras cosas. Es una especie de minientrenador que está para recordar que hay que intentar ser un poco menos sedentarios y moverse más.
- 3. Se vive menos pendiente del móvil. En estos tiempos es difícil pasar más de una hora sin consultar el teléfono -y eso incluye situaciones como citas en pareja, comidas con amigos o reuniones de trabajo. Estar pendiente del móvil en esos casos para comprobar notificaciones está mal visto, pero con un vistazo rápido al smartwatch, se puede solucionar sin parecer un maleducado.
- 4. Es más fácil poner alarmas y recordatorios. Con la ayuda de Siri, ahora es más sencillo configurar alarmas y recordatorios en el smartphone a través del Apple Watch y, además, usando un lenguaje natural como «Siri, avísame dentro de 10 minutos».
- 5. Ayuda a no perderse. Si no se tiene muy desarrollado el sentido de la orientación o se está en una zona poco conocida, el reloj de Apple puede ayudar a encontrar el camino, gracias a su integración con Apple Maps y su código de indicaciones mediante pequeñas vibraciones en la muñeca.
- 6. Se puede combinar con la ropa. Uno de los elementos personalizables del Apple Watch es su correa. Las hay de muchos estilos y colores diferentes, además de las que fabrican empresas ajenas a Apple.
Seis razones para no amar el Apple Watch
Incluso para los más fans de Apple, este smartwatch tiene cosas que no les acaban de convencer. ¿Cuáles son los defectos o problemas más comunes de los que se quejan los usuarios del Apple Watch?
- 1. Es otro gadget más para cargar. Por si ya no había bastante con tener que cargar el smartphone cada uno o dos días, ahora hay que sumar un dispositivo más a la lista. Y eso quiere decir que cuando se viaja también hay que llevar un cable más, porque es un cargador diferente.
- 2. No es tan personalizable como Android Wear. Apple tiene fama de dejar poca flexibilidad a sus usuarios al tener que personalizar los dispositivos, y el Apple Watch no es una excepción. Sí, hay varias esferas, y algunas de ellas personalizables, pero otros relojes inteligentes con Android Wear, como el Samsung Gear S2, le aventajan en este punto.
- 3. El acelerómetro se equivoca. El Apple Watch tiene la pantalla apagada (para ahorrar batería) y solo la enciende al levantar el brazo para ver la hora. Sin embargo, este movimiento a veces falla y, según la postura que se tenga, la pantalla permanece en negro. También lo aplica para el sistema de detección de cuando el usuario se levanta, que no siempre acierta.
- 4. Parece más un gadget que un reloj. La gracia de un un smartwatch para muchos usuarios es que, además de ser un dispositivo inteligente, funcione como un reloj, y eso incluye su aspecto. El hecho de que el Apple Watch tenga la esfera cuadrada -en lugar de redonda- y que algunas de sus correas no tengan el clásico diseño de un reloj, con su hebilla y demás, no hacen pensar en él como en un reloj.
- 5. La pantalla es incómoda para ciertas cosas. Una pantalla tan pequeña no es el mejor lugar para hacer ciertas operaciones, como teclear un código de acceso o ver fotos, cuya navegación deja un poco que desear. Los vídeos ni siquiera se reproducen.
- 6. Es un gadget de primera generación. El Apple Watch no es más que un dispositivo de primera generación y, como tal, paga el pato. A veces va lento, algunas apps no son nada útiles más allá de mostrar una notificación… es lo que suele pasar con las primeras generaciones de dispositivos. El primer iPhone no tenía tienda de apps, ni conexión 3G, ni cámara frontal, ni GPS -algo que hoy en día parece inaudito-.
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