Cambiarse a una comercializadora de electricidad 100% verde y aprovechar sus beneficios ambientales y económicos es más sencillo de lo que parece. Así lo señalan sus cada vez más numerosos socios y clientes en toda España. Ahora bien, es normal que surjan preguntas antes de dar el paso. ¿Conlleva trámites muy complicados? ¿Es más cara que una convencional? ¿Me pueden cortar la luz? En este artículo, varios consumidores de comercializadoras de electricidad verde responden con su experiencia a las dudas más frecuentes.
¿Es muy difícil darse de alta en una comercializadora de electricidad verde?
Todos los consumidores preguntados afirman que es sencillo. Jorge Sanz, administrativo del club de fútbol Numancia de Soria y socio cliente de Megara Energía, asegura que «es lo que más me ha sorprendido. Se han encargado de todo. Yo simplemente firmé el contrato y en una semana aproximadamente me llegó un correo de mi anterior compañía, aceptando el cambio».
Una comercializadora de electricidad 100% verde puede salir incluso más barata que una convencionalAgustín Carazo, analista programador en una consultoría y socio cliente de Goiener, señala que «no es más difícil que cambiar de ADSL o línea de teléfono».
Álvaro Campos, profesor de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y socio cliente de Som Energía, atestigua que «es más sencillo que pasarse de compañía de móvil. Todo se puede hacer on line, pero si tienes alguna duda, te ayudan. Te atienden por teléfono e, incluso, a nivel más personal, hay socios que ayudan a la gente».
¿Qué pasos hay que dar para contratar una?
Para darse de alta lo primero es elegir una. En la actualidad, se puede encontrar una gran diversidad de iniciativas. Salvo Gesternova, una empresa que comenzó en 2005 a comercializar «solo kilovatios verdes», la mayoría son cooperativas ciudadanas sin ánimo de lucro. En caso de duda, lo mejor es asesorarse, contactar con algún amigo o familiar que ya sea cliente o decantarse por la opción surgida en el lugar más cercano en el que se viva, como Cataluña, Euskadi, Galicia, Cantabria, Comunidad Valenciana, Castilla y León, etc.
Josu Rocha, piloto de marina mercante y socio cliente de Goiener, explica que «hay que hacerse socio: el consumidor normal aporta 100 euros como adelanto para pagar la electricidad que la cooperativa tiene que comprar, ya que no pide créditos a los bancos. Una vez que eres socio, le dices a la cooperativa qué quieres consumir, adjuntas una factura con el Código Universal del Punto de Suministro (CUPS) y ellos se encargan de tramitar con la distribuidora el cambio. El primer mes tienes dos facturas: una parte del mes con tu antigua comercializadora, hasta la fecha de cambio, y la otra con la cooperativa. El siguiente ya solo pagas a la cooperativa. Todo el proceso puede durar unos diez días».
Álvaro Campos puntualiza que esos 100 euros se recuperan si el socio se da de baja, algo que en Goiener «prácticamente nadie ha hecho en más de cinco años». Al hacerse socio, recuerda Carazo, «se puede participar en la toma de decisiones de la cooperativa».
¿Es más cara que una comercializadora convencional?
No, en algunos casos incluso más barata, según los clientes consultados. Sanz reconoce que no lleva el tiempo suficiente, pero cree que «un poco más barato sí es». Campos aclara que el objetivo de estas cooperativas no es lucrarse, sino conseguir un cambio de modelo en la sociedad y apoyar a las energías renovables. Por ello buscan los precios más bajos posibles.
Rocha añade que «suele salir más o menos el mismo precio, depende de con quien compares». En cualquier caso, este socio de Goiener aconseja al nuevo consumidor que revise si puede bajar la potencia: «Casi seguro que podrá. También le recomiendo que sea consciente de los electrodomésticos que tiene y de su uso, pues el ahorro debe llegar por la eficiencia y por concienciación. Pocas comercializadoras aconsejan que consumas lo menos posible».
Carazo recomienda a la gente que contrate «la discriminación horaria de dos tramos punta y valle, con la cual ahorran durante 14 horas al día. Con que solo consuman un 30% en ese horario más barato (22:00 a 12:00 en invierno y de 23:00 a 13:00 en verano), ahorrarán. En mi caso consumo más del 50% en horario valle y lo he notado en la factura».
¿La electricidad es de peor calidad? ¿Hay más riesgo de que me corten la luz?
No. El profesor de la UPV/EHU subraya que la electricidad que el consumidor recibe es la «misma» que la de los demás, solo que en este caso se certifica como energía renovable en origen. Y tampoco hay más riesgos de cortes porque de la parte técnica se hace cargo la empresa distribuidora: «En Euskadi, por ejemplo, Som Energía paga una parte a Iberdrola».
¿Merece la pena cambiar si tenemos el gas y la electricidad en la misma empresa?
Algunos consumidores tienen en una misma empresa y factura el gas y la electricidad contratada, normalmente movidos por ofertas o descuentos. Campos explica que, aun así, merece la pena pasar la parte de electricidad a una cooperativa de electricidad verde y seguir con la parte del gas. «Mis padres lo tenían así, hicimos el cambio y sin problemas. Ese ahorro que se da en los dos no es lo que parece, tiene mucho de marketing», confiesa.