A tenor de los principales informes sobre el esfuerzo fiscal que tienen que desarrollar los españoles, ni son los ciudadanos europeos que más pagan ni tampoco los que menos. Están en una posición intermedia con respecto a los países de nuestro entorno, aunque es en las cargas sociales donde tienen que afrontar un mayor esfuerzo tributario. En este artículo, los trabajadores tendrán la oportunidad de conocer cuál es su posición fiscal en relación a otros vecinos de la Unión Europea (UE) y comprobar que tienen una mínima desviación a su favor en el Impuesto de Valor Añadido (IVA).
Carga fiscal de los españoles
Por diferentes motivos se ha instalado la creencia de que los ciudadanos españoles pagan menos impuestos que sus vecinos de la Unión Europea. Pero, ¿están en lo cierto quienes defienden esta postura? Para llegar a una conclusión válida y objetiva habría que dirigirse a cada una de las tasas que hay que afrontar y que varían de un país a otro dentro de la UE. Entre las que destacan están las correspondientes al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) e IVA, principalmente.
Para tener una visión mucho más diáfana sobre la carga fiscal de los españoles, hay que acudir a los datos facilitados por los organismos internacionales. Según los de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), España se encuentra situada en una zona intermedia con una carga fiscal del 32,70%, algo más baja que la media comunitaria que está establecida en el 34,2%. Desde este escenario, los españoles pagan algo menos que sus vecinos.
Sueldos más bajos
Pero también los sueldos de los españoles son menos competitivos que en los países de nuestro entorno. Como consecuencia de esta variable económica, el esfuerzo tributario que tienen que realizar los ciudadanos de España es mayor que el de algunos de sus principales vecinos al contar con menos ingresos todos los años. Así se pone de manifiesto en un reciente informe realizado por Adecco, donde se constata que el salario medio ordinario bruto de los españoles es de 1.640 euros frente a los 1.995 euros en los 28 países de la Unión Europea, lo que supone una diferencia de algo más de 300 euros.
Naturaleza de los impuestos
De cualquier forma, para comprobar el esfuerzo fiscal que tienen que desarrollar los españoles, no quedará más solución que atender a la naturaleza de los impuestos.
Donde peor salen parados es por el concepto de las cargas sociales, pues en España representa el 35%. Este porcentaje es uno de los más altos de los países de la OCDE, mientras que se relaja algo más con respecto a los impuestos sobre la renta, beneficios y ganancias de capital, que alcanza el 29% alejándose de los países punteros en el pago de estos impuestos. Pero es en los impuestos sobre bienes y servicios donde el esfuerzo fiscal es menor, con el 28%.
Como consecuencia de estos datos oficiales, una de las conclusiones a las que se llega es que España es uno de los países que tienen uno de los impuestos más altos por cotizaciones sociales y sobre el patrimonio, reduciéndose de forma moderada en los que se refiere a las tasas sobre la renta y, en menor medida, sobre las ganancias de capital.
En la actualidad, el IVA general que pagan los españoles es del 21%, debido al 10% que tienen que afrontar en el reducido. ¿Hasta qué punto es más expansivo que en otros países del entorno? Para conocer si los ciudadanos de España salen mal parados de la aplicación de este impuesto, nada mejor que conocer en qué situación están con respecto a otros europeos. En este sentido, el IVA medio de los países de la UE es del 21,48%. Por muy poco se está por debajo de la media, con una desviación de casi medio punto porcentual que relaja del abono de esta tasa.
España se encuentra en el puesto número 12 por lo que respecta al pago del IVA. Pero las diferencias no son muy relevantes entre los socios comunitarios. Son los ciudadanos húngaros (27%), croatas, daneses y suecos (25%) quienes tienen que dedicar mayor esfuerzo económico para satisfacer esta tasa general. Mientras que, por el contrario, son los luxemburgueses (15%), alemanes y chipriotas (10%) quienes salen más favorecidos con este cargo en sus impuestos, con una diferencia de algo más del 10% entre los que más y menos pagan.