Tras varios años de cierta reducción, la contaminación atmosférica en España ha aumentado en 2015. Este problema ambiental afecta al 40% de la población, según los límites legales, y al 99%, si se establecieran las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se basa en criterios estrictamente sanitarios. Este artículo señala que la calidad del aire en España empeora en 2015, por qué ha aumentado la polución y las medidas para combatirla.
La calidad del aire en España empeora en 2015
En 2015 se ha producido un aumento general de los principales contaminantes del aire –partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono troposférico (O3) y dióxido de azufre (SO2)– por primera vez desde 2008, según un informe de Ecologistas en Acción que analiza los datos de 700 estaciones oficiales de medición de todo el país. Uno de sus autores, Juan Bárcena, explica que desde 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis económica, se produjo una cierta reducción hasta 2013, pero en 2015 se ha detectado un repunte respecto a esos años.
Cada año se registran más de 25.000 muertes prematuras en España por afecciones derivadas de la contaminación atmosféricaXavier Querol, científico del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno de los mayores expertos en contaminación del aire en España, comenta que «el efecto de las directivas de calidad de aire ha sido sustancial para la mejora de la calidad del aire, pero en los últimos 3-4 años ha habido un parón y entre el 2014 y el 2015 ha empeorado. Si no se aplican medidas, cuando se reactive más la economía, crecerán los problemas».
Según el informe de la ONG ecologista, 18,5 millones de personas (un 40% de la población total) respira aire que infringe los límites legales, tres millones de afectados más respecto a 2014. La superficie expuesta a niveles de contaminación que daña los cultivos y los ecosistemas naturales alcanza los 322.000 kilómetros cuadrados (km2), un 64% del territorio (60.000 km2 más que en 2014).
Ahora bien, si se toman las recomendaciones de valores límite de la OMS, los datos anteriores son aún peores: el aire contaminado afectó en 2015 a 45,9 millones de personas, el 99% de la población, así como a 478.000 km2, el 95% del territorio.
El informe destaca también diversas cifras sobre las consecuencias para la salud y la economía de una mala calidad del aire. Según las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), cada año se registran más de 25.000 muertes prematuras en España por afecciones derivadas de la contaminación atmosférica. Los costes sanitarios derivados representan al menos 32.000 millones de euros al año, un 2,8% del PIB español, según la OMS y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), un dato que sería mayor si se considerara el coste de los daños sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.
Por qué aumenta la contaminación del aire en España
El informe de Ecologistas en Acción reconoce que el aumento de la contaminación es consecuencia «en primera instancia de la coyuntura meteorológica, caracterizada por una mayor estabilidad atmosférica». Sin embargo, hay «señales preocupantes que advierten de que podemos estar asistiendo a un cambio general de tendencia, tras años de reducción de los contaminantes clásicos».
Los causantes de este negativo cambio es, según los autores del informe, el repunte del tráfico por carretera (el consumo de combustibles de automoción en 2015 fue superior al de los tres años anteriores), el fraude en los sistemas de certificación de las emisiones de los automóviles (conocido a partir del escándalo Volkswagen) y el aumento de la producción eléctrica en centrales térmicas de carbón, petróleo y gas, a costa de las energías renovables. La principal fuente de polución en áreas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población, es el tráfico rodado, mientras que en determinadas áreas fabriles lo son las grandes centrales termoeléctricas de carbón y otros combustibles fósiles.
Querol también alerta del repunte de la contaminación en zonas rurales debido a la quema de biomasa: «Su uso es bueno para extraer energía, limpiar los bosques, reducir el riesgo de incendios o crear empleo, pero si no se quema de forma adecuada, contamina».
Medidas para combatir la contaminación del aire
Las principales medidas para reducir la polución son, según los autores del informe de Ecologistas en Acción, la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público. Para ello sugieren que se ofrezcan facilidades a la bicicleta en las localidades, se adopten de manera generalizada las mejores técnicas industriales disponibles y se reduzca de modo drástico la generación eléctrica por centrales térmicas, en particular las que utilizan carbón.
Querol propone cuatro medidas que deberían realizarse de forma simultánea: «Establecer peajes urbanos para los vehículos más contaminantes, como ya han hecho poblaciones como Estocolmo o Milán; incrementar el precio del parking urbano, excepto a residentes; aparcamientos disuasorios en los extremos de las ciudades; y sobre todo, un transporte público rápido, económico, ecológico y confortable».