Ya están aquí las Navidades, dos semanas de vacaciones que los niños, sus progenitores y familiares pueden disfrutar con diversos planes de naturaleza. Las posibilidades son muy variadas y muchas de ellas al alcance de todos, como ir en bicicleta por una Vía Verde, practicar el “salvajismo” en un parque, cultivar un huerto urbano, visitar un jardín botánico o disfrutar de la nieve. Este artículo señala ocho planes de naturaleza para pasárselo muy bien en las vacaciones navideñas.
1. Practicar el salvajismo
Los pequeños hoy en día están cada vez menos en contacto con la naturaleza, lo que repercute de manera negativa en su estado físico y psicológico. Las vacaciones navideñas pueden ser una buena ocasión para practicar el «salvajismo», como lo denomina la psicóloga y filósofa Heike Freire, autora del libro ‘Educar en verde’, es decir, seguir su tendencia innata por lo natural: mancharse las manos con barro, subirse a un árbol, oír los pájaros, ver las flores, investigar, observar, etc. La ONG conservacionista británica National Trust ha creado una lista de 50 cosas que todos los niños (y no tan niños) deberían practicar para acercarse más a la naturaleza, disfrutar de ella y aprender a valorarla para protegerla, que persigue la misma idea, desde correr pisando charcos, hasta tirarse dando vueltas por una colina. Cualquier zona natural, desde los numerosos espacios naturales protegidos españoles, hasta el parque al lado de casa si no se puede ir más lejos, sirven para dicho objetivo.
2. Ir a una zona natural con nieve
Las Navidades son una buena oportunidad para que los niños descubran la naturalezaEn las Navidades es frecuente que nieve. Y los pequeños se lo pasan en grande levantando muñecos, tirándose bolas, haciendo el ángel sobre un montón de nieve en polvo o deslizándose en trineo. España posee una gran variedad de espacios naturales protegidos donde poder disfrutar de la nieve y contemplar bellas estampas de la naturaleza cubiertas de un manto blanco.
3. Hacer una ruta a pie o en bicicleta por una Vía Verde
El Programa Vías Verdes transforma antiguos trazados ferroviarios en recorridos cicloturistas y peatonales, rehabilitando el paisaje. En la actualidad, hay 107 itinerarios y más de 2.000 kilómetros de Vías Verdes disponibles en toda España. Sus trazados, por lo general llanos o con suaves pendientes y que impiden el acceso de coches, son muy recomendables para disfrutarlos con los hijos, ya sea a pie o en bicicleta. Sus responsables destacan que muchas rutas cuentan con un acceso ferroviario y afirman que RENFE ofrece facilidades para el transporte de bicis, de manera que se evita tener que llegar hasta ellas en vehículo privado.
4. Recoger materiales para hacer manualidades ecológicas navideñas
El entretenimiento en la naturaleza puede continuar incluso cuando se ha regresado a casa. El plan consiste en recoger hojas secas, ramas, cortezas de los árboles u otros elementos de la naturaleza que pueden aprovecharse para hacer una manualidad ecológica y crear algún elemento decorativo propio de estas fiestas, como una felicitación, una parte del belén o del árbol navideño.
5. Descubrir los parques periurbanos
Las urbes españolas disponen de diversos espacios naturales próximos que unen conservación y ocio. Con diferentes denominaciones en función de la ciudad o la comunidad autónoma, todas ellas tienen un denominador común: combinar la protección de sus valores ecológicos con la posibilidad de disfrutar de ellos y y mantener sus usos tradicionales. En este sentido, son un plan magnífico para hacer con niños sin tener que ir lejos y poder pasear con ellos, hacer cualquier tipo de actividad deportiva o realizar actividades de educación ambiental.
6. Cultivar un huerto urbano
Los huertos urbanos son cada vez más populares y, además de ser una buena forma de conseguir productos vegetales cercanos, pueden proporcionar horas de entretenimiento y contacto con la naturaleza para los peques. Las posibilidades son diversas, tanto en huertos privados gestionados por vecinos, como por huertos comunitarios que cuentan con el apoyo de las instituciones locales.
7. Acercarse a un centro de educación ambiental
Los centros de documentación y educación ambiental urbanos disponen de espacios donde se pueden consultar revistas, libros e información en formatos varios sobre medio ambiente. Y pueden ser un buen lugar para aumentar el conocimiento y la conciencia de los niños u organizar planes de naturaleza para otro día. También ofrecen la posibilidad de apuntarse a diversos cursos.
8. Visitar un museo de la naturaleza
Otro plan de naturaleza sin salir del entorno urbano es la visita a algún centro educativo de temática ambiental. Los niños, además de aprender, estarán entretenidos descubriendo algunas de las maravillas de la naturaleza. Según la ciudad, las opciones son muy variadas: museos de la ciencia y de la naturaleza con exposiciones, áreas recreativas, espacios lúdico-educativos, etc.; acuarios para descubrir la biodiversidad marina; jardines botánicos para conocer las especies arbóreas y de flora…
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