En su mayoría, los trabajos de carpintería implican taladrar piezas de madera. Es una tarea que se puede realizar con un taladro eléctrico o con un berbiquí manual. En ambos casos, para lograr un orificio regular, es fundamental equipar la herramienta con una broca apropiada para perforar madera y evitar que se formen astillas en la pieza.
Herramienta manual
A pesar de que el taladroeléctrico se ha convertido en el utensilio por excelencia para perforar la madera, el berbiquí todavía se emplea con frecuencia. La diferencia principal entre ambos es que, mientras en el primero un motor impulsa la rotación de la broca, en el segundo se manipula de forma manual.
El berbiquí se debe equipar con una broca especial para este material y de tipo helicoidal -en forma de hélice- con tres aspas. En los extremos, este accesorio tiene una parte roscada que, con la rotación de la herramienta, penetra en el material. Cuando se taladra madera, conviene tener cuidado para no astillar la pieza por el orificio de salida. Es aconsejable fijar, debajo del panel y con la ayuda de un sargento, un taco de madera «mártir» (una pieza que no importa estropear). De esta manera, las posibles astillas se forman en ella y no dañan el reverso de la madera.
La madera «mártir» se utiliza para evitar la formación de astillas en la pieza principal
Si no es posible instalarlo, se recomienda perforar en dos tiempos. Primero, se taladra desde una cara de la madera hasta que la punta de la broca atraviese la pieza. Antes de que la perforación se complete, hay que reducir la velocidad. Se voltea la pieza y se continúa la perforación por el orificio de salida.
Con taladro
Si se emplea la herramienta eléctrica, es posible utilizar una broca minitaladro para madera, con dos espirales que terminan en punta. Su ventaja con respecto a otras es el hecho de que se atasca menos al penetrar en el material. Las brocas son apropiadas para perforar agujeros con un diámetro superior a 10 mm. En ningún caso es recomendable utilizar las brocas del berbiquí en el taladro eléctrico y viceversa. No son accesorios intercambiables.
Las brocas planas son apropiadas para perforar agujeros con un diámetro superior a 10 mm
Otro aspecto que se debe cuidar mientras se perfora madera con taladro es la sujeción. Es fundamental en cualquier tarea, pero más si cabe en este caso. Si la broca se bloquea y la pieza no está sujeta de forma correcta, es probable que comience a girar de manera incontrolada.
Para conseguir un orificio con una profundidad determinada, algunos taladros están equipados con una varilla regulable que funciona como tope. Se instala en uno de los laterales de la máquina e impide la perforación más allá del límite fijado. Si no se dispone de esta prestación, es posible marcar en la propia broca la profundidad deseada con una tira de cinta adhesiva, que impedirá que penetre una vez que toque la pieza.
Cuando se perfora con taladro eléctrico, es fundamental ajustar la velocidad de la herramienta. Trabajar a un ritmo que supera el necesario puede tener efectos negativos en la madera: la broca se calienta en exceso y el material termina por ennegrecerse. La velocidad se regula en función de las dimensiones de la broca. Si tiene 30 mm de diámetro, basta con una velocidad de rotación de 150 vueltas/minuto, mientras que si las dimensiones son inferiores el taladro debe trabajar, al menos, a 500 vueltas/minuto. Cuando el orificio es de una profundidad considerable, es recomendable sacar la broca cada cierto tiempo para retirar el serrín depositado en ella. De esta manera, se optimiza el rendimiento de la herramienta.