Cuatro de cada diez españoles ya utilizan la banca online, y los expertos apuntan a que su uso no dejará de crecer. Sin embargo, no todos los consumidores confían en los servicios bancarios virtuales y algunos cuestionan su seguridad. Entonces, ¿es seguro abrir una cuenta online? A continuación se analizan cuatro medidas de seguridad de las entidades en Internet y su eficacia y se ofrecen varios trucos para aumentar aún más su seguridad.
Cuatro medidas de seguridad de los bancos online
El uso de la banca virtual alcanza una penetración del 40% entre la población de 16 a 74 años, según un estudio de BBVA Research, y los pronósticos apuntan a que en 2020 será del 52,5%, según Statista. Y es que gestionar una cuenta nómina o cuenta corriente a través de Internet es cada vez más común, pues todos los bancos disponen de una plataforma de banca a distancia y, además, existen en España más de media docena de entidades o marcas que operan solo a través de la Red.
La banca se ha esmerado en ofrecer al consumidor estándares de seguridad elevados que no comprometan sus datos ni, lógicamente, los fondos que tengan en la entidad, como la implantación de varios niveles de autentificación para verificar la identidad del cliente o la implementación de certificados digitales.
Si no se confía en exceso en la banca digital, siempre se puede realizar una serie de comprobaciones para cerciorarse de que el sitio web del banco con el que quiere operar es seguro.
1. Conexión cifrada
Uno de los primeros niveles de seguridad en el que hay que reparar es en el tipo de conexión que utiliza la entidad bancaria. Para ello, se debe comprobar que la conexión es segura. También hay que fijarse en que la dirección del sitio web empieza por «https» y que la precede un candado de color verde, lo que indicará que la navegación es segura y que la información enviada está encriptada, por lo que si un tercero la interceptase no podría descifrar los datos.
2. Claves para operar y acceder a las cuentas
Por lo general, la banca online emplea varios niveles para garantizar que la persona que accede a las cuentas y opera virtualmente es en realidad el titular.
Primero, para conectarse a la propia plataforma hace falta un usuario, que por lo general es el DNI del cliente, y una contraseña. Una vez superado este nivel, se puede acceder a las cuentas, consultar los movimientos, leer la correspondencia, etc.
Si se quiere realizar una operación (transferencia, contratación de un producto, solicitud de un certificado, etc.), se tendrá que superar un segundo nivel que variará en función de cada entidad. En algunos bancos, para validar una operación es necesario introducir una clave de la tarjeta de coordenadas. En otros casos basta con introducir un código recibido por SMS (diferente en cada ocasión) o, a veces, se requiere dar un número secreto. Existen bancos, incluso, que exigen dos de los requisitos anteriores para poder resolver una operación.
3. Certificado digital
Si todavía se tiene dudas sobre la seguridad de la banca online, es posible comprobar si dispone de un certificado digital. Lo emite una compañía externa y su objetivo es autentificar al proveedor del servicio tras verificar su identidad. El certificado electrónico contiene información sobre quién lo ha solicitado, qué empresa lo ha emitido, cuál es su periodo de validez, etc. Puede consultarse a través de la propia web del banco.
4. Seguimiento de las operaciones
Además de las garantías anteriores, la mayoría de los bancos toman acciones extra cuando detectan actividades poco habituales que podrían ser fraudulentas. Entonces, si cada mes se realizan transferencias por valor de 500 euros y de repente se llevan a cabo envíos de 1.000 euros durante varios días seguidos, es posible que la entidad se ponga en contacto con su cliente para verificar que las operaciones son correctas.
Imagen: TheDigitalWay
Cómo incrementar la seguridad de la banca por Internet
Además de las propias medidas de seguridad que utilizan los bancos online (encriptación de los datos, medidas para verificar la identidad del cliente, etc.), una parte de la seguridad recae sobre los clientes. A continuación, se detallan una serie de trucos sencillos para incrementar las garantías de las cuentas online:
- Revisar los movimientos de las cuentas con regularidad: vale la pena controlar de vez en cuando los movimientos de las cuentas corrientes para comprobar que no se haya registrado ningún movimiento sospechoso y, en ese caso, comunicarlo lo antes posible al banco.
- No compartir contraseñas: no se deben compartir las contraseñas de acceso a la banca electrónica con terceros ni tampoco las tarjetas de coordenadas o los códigos de seguridad que proporcione la entidad. Además, hay que esforzarse en poner contraseñas con niveles de seguridad elevados y huir de las típicas «123456» o «abc123».
- Tener activado un antivirus, antimalware y antispyware: no hay que olvidar que la seguridad no solo recae en el servidor, sino que si el ordenador está comprometido, podría tener efectos negativos en las operaciones online. Así, se debe tener el antivirus actualizado así como otros sistemas de seguridad (antimalware, antispyware, etc.).
- Desconfiar de los correos electrónicos: el banco nunca solicitará las claves personales por correo electrónico ni tampoco pedirá todas las posiciones de la tarjeta de coordenadas de golpe. Además, antes de aportar ningún dato, se debe verificar que se está en la página web correcta, y no en una web falsa que simula ser la del banco. De ahí que sea recomendable teclear siempre la dirección de la entidad y no fiarse de los enlaces que lleguen por correo electrónico si no se reconoce al remitente.