No se puede refutar la importancia que tiene la nutrición durante todo el ciclo vital. Después de todo, debemos comer para vivir. Y es que cada vez se aprecia más la importancia de la nutrición en etapas específicas del crecimiento, el desarrollo y el envejecimiento.
Desde hace tiempo se viene reconociendo el efecto de una nutrición apropiada durante el embarazo sobre la salud del lactante y la madre en los años consecutivos a la procreación. La nutrición materna, y posiblemente la nutrición paterna, antes de la concepción, afecta a la salud del recién nacido. Hoy en día, se reconoce que lo que tiene «origen fetal» tiene efectos mucho más duraderos de lo que al principio se pensaba.
El bajo peso al nacer es el principal factor que interviene en la mortalidad neonatal y en algunos problemas de salud a largo plazo, como las discapacidades en el desarrollo y los trastornos en el aprendizaje.
Adelantos en la atención médica para los recién nacidos han reducido considerablemente el número de mortalidades infantiles que resultan del bajo peso al nacer, así como las discapacidades para los sobrevivientes. Aún, un porcentaje pequeño de ellos permanecen con problemas como el retraso mental, la parálisis cerebral y deficiencias en la función del pulmón, de la vista y de la audición.
La causa del bajo peso El bajo peso de nacimiento puede atribuirse a un periodo reducido de gestación, lo cual constituye la premadurez, o a un retardo en la tasa de crecimiento intrauterino, lo cual da origen a un lactante pequeño para la edad gestacional.
Un bebé presenta bajo peso al nacer cuando su peso es inferior a 2500 gramos; y se clasifica como de muy bajo peso al nacer si no alcanza los 1500 g al nacimiento.
La mayoría de los bebés prematuros, que nacen antes del final de la 37 semana de gestación tienen bajo peso. La mayor parte de las reservas de nutrientes en el feto se depositan durante los últimos meses del embarazo; por consiguiente, el lactante prematuro comienza una vida en un estado nutricional desfavorable. También nacen bebés pequeños para la edad gestacional, aunque con todas las funciones orgánicas bien desarrolladas. Su bajo peso se debe en parte a la interrupción o desaceleración del crecimiento en la matriz.
Los defectos fetales que resultan de las enfermedades o de los factores ambientales hereditarios pueden limitar el desarrollo normal. Los bebés nacidos de embarazos multiples (gemelos, trillizos, etc.) a menudo son de bajo peso al nacer, aún habiendo nacido a término.
Los problemas médicos de la madre influyen en el peso al nacer, especialmente si tiene presión arterial alta, diabetes, ciertas infecciones, problemas del riñón, del corazón o del pulmón. Un útero o cuello uterino anormal puede aumentar el riesgo de la madre de tener un bebé de bajo peso al nacer.
Problemas de salud Algunos bebés de bajo peso al nacer tienen desajustes de sodio (hiponatremia) o de agua o un nivel bajo de azúcar en la sangre (hipoglicemia), que puede causar daño cerebral. Un bebé prematuro tiene mayor probabilidad de contraer ictericia y de volverse amarillo porque su hígado puede ser lento para comenzar a funcionar por sí solo.
Un bebé prematuro puede ser anémico (no tener suficientes eritrocitos o glóbulos rojos). Normalmente, un feto almacena el hierro durante los últimos meses del embarazo y lo emplea después del nacimiento para producir los eritrocitos. Los lactantes nacidos demasiado pronto quizás no hayan tenido suficiente tiempo para almacenar el hierro.
Muchos bebés de bajo peso al nacer no tienen suficiente grasa para mantener una temperatura corporal normal. La temperatura corporal baja puede causar cambios en la química sanguínea y un crecimiento lento.
Constitución materna Se han demostrado dos indicadores del estado nutricional materno que se correlacionan con el peso de nacimiento del lactante: – la constitución de la madre (talla y peso antes del embarazo) – el aumento de peso durante la gestación
Las madres de estatuta alta por lo general tienen recién nacidos grandes, y se ha propuesto que la talla materna es un factor condicionante sobre el tamaño final de la placenta. El tamaño de la placenta determina la cantidad de nutrientes disponibles para el feto, y tarde o temprano, el peso de nacimiento del neonato. Las madres con bajos pesos previos al embarazo tienen placentas mucho más livianas que las madres de más peso. Es más elevada la frecuencia de bajo peso de nacimiento y premadurez en lactantes nacidos de madres de peso bajo que en los nacidos de amdres de peso normal.
Normas higiénico-dietéticas Aunque no pueden prevenirse muchos problemas hereditarios o agresiones perinatales, es posible modificar una nutrición gestacional deficiente o un bajo aumento de peso materno, factores ambos implicados en el bajo peso de nacimiento.
- Conseguir atención prenatal temprana y regular, el factor controlable más importante que previene el bajo peso al nacer. Las mujeres que reciben esta atención pueden saber sobre la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y las maneras de reducir el riesgo de tener un bebé de bajo peso al nacer.
- Comer una dieta equilibrada que incluya alimentos de todos los grupos básicos: lácteos, carnes, pescados, huevos, farináceos (cereales y derivados, legumbres y tubérculos), frutas, verduras y hortalizas y aceites. Un feto se nutre con lo que una madre come, y puede sufrir si la madre come mal.
- Distribuir la alimentación en varias tomas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Tomar suficiente cantidad de ácido fólico (en forma de suplementos) diariamente antes del embarazo y en los primeros meses del embarazo. Un estudio reciente revela que el consumo de la cantidad recomendada de ácido fólico durante todo el embarazo puede reducir el riesgo de tener un bebé pretérmino y de bajo peso al nacer.
- Aumentar el peso suficiente. Los médicos recomiendan un aumento de peso en general, de 11 a 16 Kg para mujeres de peso normal, de 13 a 18 Kg para las mujeres de bajo peso, y de 7 a 11 Kg para las gestantes con sobrepeso.
- Evitar comportamientos arriesgados que pueden causar bajo peso al nacer, especialmente el fumar, el beber alcohol y el tomar los medicamentos no prescritos.
- Evitar fumar. Las fumadoras tienen bebés más pequeños que las no fumadoras.
- Evitar beber el alcohol u otras drogas o los medicamentos sin prescripción médica. El consumo de drogas y de alcohol limita el crecimiento fetal y puede causar defectos congénitos.