Crema de setas y castañas

Calentamos el horno a 200º C. Damos un corte lateral a la piel de las castañas con un cuchillo de sierra para que luego se puedan pelar fácilmente. Las colocamos sobre una bandeja de horno y las asamos durante 15 minutos.

Sacamos las castañas y, en cuando se hayan templado, las frotamos entre sí con ayuda de un trapo de cocina para desprenderles la piel y quitársela con cuidado. Cortamos la cebolleta en brounoisse (cuadraditos pequeños) y la cocinamos a fuego suave en una cazuela con un poco de aceite. Cuando se haya cocinado y esté blanda, añadimos los dientes de ajo y rehogamos el conjunto, añadimos los puerros limpios troceados, volvemos a rehogar y por último agregamos la patata peladas, las setas limpias y troceadas, y las castañas peladas, todo ello cortado en trozos irregulares.

Rehogamos, agregamos un vasito de vino blanco y dejamos que este reduzca durante 2 o 3 minutos hasta que se evapore el alcohol. Cubrimos con agua, justo hasta sobrepasar las patatas, subimos el fuego para que comience el hervor de las hortalizas. Una vez que el conjunto comience a hervir, añadimos una pizca de sal, tapamos la cazuela y dejamos hervir a fuego suave y durante 40 minutos.

Cuando las patatas, los puerros, castañas y setas estén cocidos, sacamos la cazuela del fuego. Elaboramos un refrito con los dientes de ajo cortados en láminas, que doramos ligeramente en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva caliente. Agregamos el refrito a las hortalizas. Ponemos todo el conjunto a punto de sal si hiciese falta y dejamos que repose un poco con la cazuela tapada. Después, pasamos por el pasapurés o por la batidora hasta conseguir una crema suave y uniforme. En caso de que quede excesivamente espesa, agregamos un poco de caldo de verduras caliente y rectificamos posteriormente con sal.

Servimos la crema junto con unos picatostes de castañas y setas salteadas con una gota de aceite de oliva y una puntita de ajo y de perejil.