Esta variedad comenzó a producirse en 1992 en Nueva Zelanda, mediante el cruce de semillas de una planta China de excelentes frutas de carne amarilla con otras de kiwi macho, que producía frutos de gran tamaño y muy buen sabor. El resultado de este cruce fue una fruta de carne dorada, conocida comercialmente en la actualidad como ZESPRI™ Gold Kiwi.
Características del fruto
Su forma es similar a la del kiwi de pulpa verde, pero algo más alargada y con un extremo en forma de corona en punta. La piel es de un tono marrón claro y lisa. Su pulpa tiene una consistencia aterciopelada y suave, es de color dorado y contiene semillas rojas y negras, comestibles y de pequeño tamaño.
En cuanto a su sabor, esta fruta se diferencia del kiwi de pulpa verde, por ser más dulce y exótico. Algunas personas dicen que les recuerda a la combinación del sabor del melón y del albaricoque, con un toque de sabores cítricos.
¿Cuál es su mejor época?
Podemos disponer de esta fruta, desde el mes de junio hasta el mes de septiembre u octubre.
Propiedades nutritivas
El kiwi dorado es una fruta que aporta pocas calorías; en torno a 80 calorías por cada 100 gramos. Su componente mayoritario es el agua, seguido por los hidratos de carbono; 18 g por cada 100 g de pulpa. Su contenido de grasas y proteínas es, al igual que el resto de frutas, muy bajo. En concreto aporta 0,5 g y 2 g de grasas y proteínas respectivamente. Lo más destacable de esta fruta, es su aporte de vitaminas, en especial de vitaminas C y E, siendo así mismo buena fuente de minerales como el potasio y de fibra dietética de efecto laxante, que contribuye a mejorar el tránsito intestinal. También contiene fitoquímicos (sustancias propias de plantas) de acción antioxidante, al igual que las vitaminas C y E. Para disfrutar al máximo de sus propiedades, conviene tomar la fruta fresca.
¿Cómo degustarlo?
Se trata de una fruta de fácil consumo, muy adecuada para los más pequeños y los no tan jóvenes, ya que se puede consumir cortado por la mitad y con ayuda de cuchara. También se puede pelar e incluir en macedonias, ensaladas, sorbetes, etc., dando un toque decorativo a los platos en los que se emplea como ingrediente.