La alcachofa tiene efectos beneficiosos en pacientes que sufren enfermedades del hígado y mejora el control de la diabetes, ya que esta hortaliza favorece los niveles de transaminasas -enzimas que aumentan en caso de lesión del hígado- en personas con etilismo crónico y afecciones de hígado graso, y ejerce un efecto beneficioso en los niveles de glucosa de la sangre, según expusieron ayer en Tudela (Navarra) los nutricionistas Francisco Abad Alegría y Pedro González Vivanco. Esta localidad acoge estos días el V Congreso Internacional de la Alcachofa.
Durante su ponencia «Virtudes sanitarias y alimenticias de la alcachofa: de la sabiduría popular a la ciencia», estos expertos hicieron un recorrido por las propiedades y la historia de esta hortaliza, que tiene su origen en el Magreb en el siglo XI, fue cultivada por los hortelanos andalusíes desde el siglo XII y se extiende por el Mediterráneo a través del comercio que impulsa el reino de Aragón.
En cuanto a los beneficios sobre las afecciones de hígado y la diabetes, los ponentes apuntaron que la ingesta de alcachofa mejora la secreción biliar y los niveles de colesterol en la sangre. Además, su alto contenido en fibra sirve como regulador del tracto intestinal y evita el estreñimiento. También apuntaron su bondad como posible calmante del estrés.
Finalmente, los nutricionistas hicieron referencia a las formas de preparación culinaria de la alcachofa, que van desde la simple cocción a la participación en platos muy elaborados en los que esta hortaliza es la base, como aquellos en los que aparece rellena o acompañada de almejas y otros productos del mar.