Plumas, patas y más grasa para pasar el invierno
Para sobrellevar el frío los pájaros tienen tres grandes aliados: las plumas, las patas y la reserva de grasa.
🦜 Plumas
Las plumas proporcionan aislamiento al cuerpo. Cuanto más denso sea el plumaje, mayor será la protección. Por ello, muchas especies duplican sus plumas cuando llega el otoño, preparándose así para el invierno. El jilguero, por ejemplo, luce unas 2.000 plumas en la última estación del año.
🦜 Patas
Las patas de los pájaros también contribuyen a mantener la temperatura corporal por encima de la registrada en el exterior. Están cubiertas de escamas y cuentan con un sistema circulatorio que impide la pérdida de calor. Caminar sobre campos helados no es dificultoso para estos animales.
🦜 Grasa
La ingesta de alimentos es, asimismo, primordial. Las aves cambian y aumentan su dieta para incrementar su reserva de grasa corporal. Durante los meses más fríos pueden llegar a pesar entre un 15 y un 20 % más sin que esta variación en la báscula afecte a su capacidad de vuelo. La capa extra de grasa que acumulan en otoño e invierno les sirve como aislante corporal y de fuente de energía para generar calor.
¿Cómo saber que un pájaro tiene frío?
Hay signos muy evidentes que anuncian que un pájaro está pasando frío. Si ahuecan su plumaje adoptando una forma redondeada significa que necesitan más calor: es la manera natural de crear una cámara de aire caliente para conservar mejor la temperatura corporal. También es una señal que se las aves se peguen unas a otras, sobre todo al dormir.
Si el animal disminuye su actividad y está adormecido, estamos ante otro indicador muy claro. Las aves entran en un estado de torpor o semiletargo ralentizando su metabolismo. Así requieren menos calorías para mantener el calor necesario para sobrevivir. Los pájaros silvestres suelen activar este mecanismo con mucha frecuencia cuando el clima es muy extremo. Algunas especies pueden disminuir hasta 15 grados su temperatura corporal en los días más fríos.
5 consejos para evitar que un pájaro tenga frío
No proteger a nuestro pájaro de las bajas temperaturas puede afectar a su salud. Estas cinco recomendaciones harán más llevaderas las jornadas más frías a las aves, sobre todo a las más sensibles.
🦜 Jaula bien situada y equipada
La jaula debe estar situada en un lugar soleado, para que el pájaro se beneficie de esta fuente natural de calor. Asimismo, no ha de estar expuesta a corrientes de aire. Si está en el exterior, hay que cubrir la zona de la jaula expuesta al viento, en especial si sopla del norte. Colocar una tela o un cartón a modo de parapeto son soluciones prácticas y sencillas.
Atender al equipamiento invernal de la jaula es también importante. Colocar más fibra o algodón en el nido resulta de gran ayuda para proporcionar un aporte extra de calor al animal: sin duda aumentará su confort al acurrucarse.
🦜 Cubre la jaula por la noche
Si la temperatura desciende mucho por la noche, conviene tapar la jaula con una pequeña manta. Esta medida es mejor que colocarla junto a una fuente de calor. Recuerda que siempre debes dejar una zona descubierta para que entre el oxígeno; si el pájaro es muy revoltoso, hay que evitar apoyar la manta directamente sobre los barrotes para que no se enrede con las patas o el pico. Cuando el animal está enfermo o es muy pequeño, la manta resulta casi imprescindible.
🦜 Alimentación adaptada al invierno
El tipo de dieta influye en la resistencia al frío de las aves. Aumentar el índice de ácido oleico de los alimentos que ingieren el animal es vital, ya que le ayuda a generar una mayor capa de grasa. Lo idóneo es incrementar el aporte de semillas o de aceite de girasol: en las tiendas especializadas tienen preparados especiales para los meses de invierno. Los alimentos ricos en vitamina C también están indicados en estas épocas del año, ya que fortalecen el sistema inmunológico y contribuyen a que el pájaro no enferme.
🦜 Cuida el estado de su plumaje
Las plumas de los pájaros constituyen su abrigo natural. Si son escasas o débiles, no protegerán el cuerpo del animal y harán que pase más frío (o lo experimente antes). Hay complementos vitamínicos y suplementos alimenticios que ayudan a solventar estos problemas. Para que sean efectivos, deben suministrarse con tiempo suficiente, preferiblemente en otoño.
🦜 Evita que se moje
El agua y el frío no son buenos compañeros. En los meses invernales conviene retirar los baños; si son imprescindibles para que el pájaro realice su higiene diaria, hay que rellenárselos con agua templada y quitarlos tras el baño. Además, los bebederos a ras de jaula deben desaparecer para evitar que el ave se moje. También hay que poner especial cuidado en resguardar la jaula de la lluvia o de la nieve: los días húmedos, mejor pasarlos en el interior de casa.