Ahorrar y reducir los gastos con un recién nacido en casa de un modo seguro. ¿Cómo lograrlo? En este artículo se proporcionan cinco consejos y tres ideas para minimizar al máximo, y con facilidad, el desembolso familiar durante el primer año de vida del bebé. Son propuestas que van desde recurrir a los artículos usados, elegir una cuna que sirva para viajar u optar por la lactancia materna, hasta planificar con cuidado los gastos de los niños.
Bebé en casa, ¿cuánto cuesta su llegada?
Durante el primer año de vida de un bebé, sobre todo cuando es el primogénito, las familias deben hacer frente a numerosos gastos. Un estudio reciente sobre el coste que supone la llegada de un hijo al hogar lo cifra en solo un mes en algo más de 1.900 euros. Este desembolso, según la Federación de Usuarios Consumidores Independientes, puede incrementarse hasta 2.500 euros si a lo esencial se añaden otros gastos no indispensables.
La llegada de un bebé implica un gasto que supera los 6.000 euros de media durante el primer año
Pero la cuenta suma y sigue. Aunque el grueso del primer mes lo ocupa el equipamiento básico del bebé (más del 77%), otros elementos de este presupuesto se deben añadir también a la cesta de la compra familiar durante los 11 meses siguientes.
Otro estudio realizado en Extremadura estimó que el gasto total de un niño en el primer año puede ascender hasta los 6.249 euros. Equipamiento como el mobiliario infantil, el carrito, la bañera, el cambiador o la trona suponen el 37,4% del total. Los más de 3.900 euros restantes se destinan a otros dispendios, como alimentación del pequeño, el aseo infantil, ropa y guarderías.
Pero ¿es posible ahorrar con un bebé en casa? O, al menos, ¿es posible reducir los gastos infantiles con seguridad? A continuación se ofrecen cinco consejos para lograrlo.
1. Reducir los gastos del bebé: pedir prestado
Reducir el gasto del bebé es posible si se comparte o reutiliza la ropa con otras personas con hijosLa primera pauta para reducir el presupuesto del niño o niña es pedir prestados artículos susceptibles de ser reutilizados y compartir con otros la ropa del bebé. Al ser productos que tienen un tiempo de uso limitado, suelen estar en buen estado. Amigos, familiares e incluso redes solidarias como No lo tiro o Te lo doy gratis son algunos de los recursos a los que se puede acudir para conseguir este equipamiento sin coste alguno.
2. Ahorrar en casa con niños: recurrir a la segunda mano
El mercado de segunda mano es otra alternativa recurrente para obtener a buen precio algunos elementos necesarios para el niño durante sus primeros años. Gracias a Internet se puede acceder a un amplio mercado de productos usados sin moverse del hogar.
Además de los sitios web generalistas de compraventa de objetos, proliferan en la Red varias propuestas especializadas en artículos infantiles de segunda mano, como Segunda mano bebé o Bebé anuncios.
3. Presupuesto del bebé: hazlo tu mismo
Con un poco de habilidad, buenas ideas y sencillos materiales, los padres pueden reducir parte de los gastos de su hijo. Los más mañosos pueden optar por hacer ellos mismos algunos elementos decorativos de la habitación de los niños, confeccionar algunas de las prendas del pequeño o fabricar sus propios juguetes en casa.
4. Lactancia materna, la alimentación más económica
La leche materna, además de ser el mejor alimento que una madre puede proporcionar a su hijo durante los primeros años de vida, también es gratis. El gasto medio en alimentación del bebé durante el primer año ronda los 1.100 euros. Sin embargo, para las mujeres que optan por la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, tal como recomiendan los especialistas, el coste será casi nulo. El gasto disminuirá aún más si prolongan la lactancia más allá de este tiempo.
La lactancia artificial no solo implica comprar leche de fórmula. La familia se ahorrará también el desembolso de los biberones, tetinas y esterilizadores.
5. Los gastos del bebé con cabeza
En el afán por tenerlo todo preparado y no dejar nada al azar antes del nacimiento del niño, no es extraño abarrotar la canastilla del pequeño con productos y elementos de escasa utilidad.
Por eso, es aconsejable no dejarse guiar por los impulsos y esperar a que el bebé llegue a casa para comprobar cuáles son sus necesidades reales. Siempre habrá tiempo para adquirir un producto en caso de que sea preciso.
Cuna de viaje en vez de fija. Si además de la cuna tradicional, la familia necesita adquirir una cuna de viaje para los desplazamientos, puede optar por eliminar el gasto en la primera y convertir la segunda en un equipamiento multiuso.
Es importante complementar el artículo con un buen colchón para que el bebé esté cómodo.
Portear en vez de empujar. Los portabebés son una opción segura para transportar al niño y permiten establecer un contacto más estrecho. Pero, además, son una alternativa mucho más económica que el tradicional cochecito de bebé.
Puré casero en vez de potitos. Los potitos o tarritos de comida infantil son una opción correcta para alimentar al niño. Pero, si se recurre a ellos a diario, puede resultar demasiado caro.
Elaborar en casa las papillas de verdura o fruta es una alternativa mucho más económica.