La esterilidad es la dificultad para lograr un embarazo, mientras que la infertilidad se define como la incapacidad para conseguir que una gestación llegue a término. En este artículo se describen de forma detallada estos dos conceptos y se apunta cuándo se debe acudir al especialista si el bebé no llega y cómo actuar en los casos especiales. También se explica qué son la infertilidad y la esterilidad secundaria.
La Real Academia Española de la Lengua considera la infertilidad y la esterilidad como dos términos sinónimos. Pero si estos conceptos se utilizan en el ámbito de la medicina reproductiva, no significan lo mismo y, por tanto, en cada caso hay que actuar de modo diferente. Los especialistas consideran la esterilidad como la dificultad para lograr un embarazo, mientras que la infertilidad se define como la incapacidad para conseguir que llegue a término.
Esterilidad, cuando el embarazo no llega
Si se tiene en cuenta la vida reproductiva, la frecuencia de la ovulación, la duración del embarazo y la prolongación de la lactancia materna, cada mujer podría tener a lo largo de su vida unos 15 hijos. Sin embargo, concebir no es un proceso fácil. La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) estima que en España el 15% de las parejas tiene problemas de esterilidad, es decir, no logra una gestación tras un año de relaciones sexuales con frecuencia normal y sin usar método anticonceptivo alguno.
Las parejas con problemas de esterilidad tienen problemas para concebir tras un año intentándolo
¿Por qué se pone el límite de un año? Los expertos recuerdan que las parejas sin problemas de reproducción, con relaciones sexuales regulares y no protegidas, tienen un 85% de posibilidades de lograr un embarazo después de 12 meses de intentos. Por su parte, tan solo un tercio de estas gestaciones se producen en los tres primeros meses.
Sin embargo, una vez transcurrido el primer año, la probabilidad de quedar embarazada de forma espontánea durante los siguientes doce meses se reduce a un 5%. Por este motivo, los especialistas aconsejan que tras un año de intentos, la pareja valore si tiene alguna limitación en su capacidad reproductiva.
Problemas para lograr el embarazo, ¿cuándo acudir al médico?
La recomendación general es esperar al menos un año para ir al especialista.
Sin embargo, los médicos recuerdan que en algunos casos especiales es aconsejable iniciar con antelación una valoración sobre algún problema reproductivo:
Mujeres mayores de 35 años. La edad es uno de los principales factores que afectan a la capacidad de concepción. A partir de los 35 años la tasa de esterilidad de la mujer se eleva al 25% y la capacidad reproductora del hombre disminuye entre un 21% y un 23% cada año.
Por esta razón, las parejas con más de 35 años que busquen un embarazo deberían consultar al experto «tras seis meses fallidos de obtener la gestación», apunta la SEF.
Parejas con problemas de reproducción evidentes. Cuando alguno de los miembros de la pareja presente algún trastorno que puede afectar a su capacidad reproductiva (desarreglos en la menstruación, malformaciones uterinas o deficiencias en la calidad seminal), es recomendable no esperar y acudir al especialista desde el primer momento en que deseen lograr un embarazo.
Infertilidad, cuando el embarazo no prospera
Al contrario de las parejas afectadas por un problema de esterilidad, que no logran concebir, las parejas afectadas por un trastorno de infertilidad sí consiguen quedarse en estado. Lo que ocurre es que el embarazo no evoluciona de forma satisfactoria y se produce una pérdida o aborto antes de tiempo. Este problema afecta a entre el 2% y el 5% de las mujeres en edad reproductiva.
Hay un 25% de posibilidades de una nueva pérdida después de dos abortos previos
¿Cuándo se diagnostica la infertilidad? Existe cierta controversia en cuanto a cómo se debe catalogar la infertilidad y cuándo está indicado iniciar un estudio del problema. La Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología considera que se da esta circunstancia cuando se producen tres o más gestaciones interrumpidas. Sin embargo, el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia y la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva consideran que a partir de dos abortos se debe considerar un problema, y es aconsejable comenzar un estudio de valoración.
El Grupo de Interés en Salud Embrionaria de la SEF, por su parte, coincide con estos últimos y recomienda que se empiece un seguimiento a partir de dos abortos, puesto que el riesgo de perder el bebé aumenta de forma progresiva con el número de gestaciones previas malogradas. Existe un 25% de posibilidades de una nueva pérdida después de dos abortos previos. Asimismo, estos especialistas indican que esperar hasta el tercer aborto no incrementa las probabilidades de detectar la causa del problema.
¿Puede considerarse estéril o infértil una pareja que ya tiene un hijo? A pesar de la creencia popular de que una vez que se es padre o madre ya no existe ninguna dificultad para concebir de nuevo y tener otro bebé, la Organización Mundial de la Salud estima que entre el 10% y el 25% de las parejas con problemas de reproducción padece esterilidad o infertilidad secundaria. Este término se refiere a la incapacidad de quedarse embarazada o de llevar a término una gestación, después de haber concebido con anterioridad uno o más hijos.
Aunque las causas que llevan a padecer este tipo de infertilidad o esterilidad son las mismas que cuando se producen problemas antes de tener un bebé (infertilidad primaria), estas parejas suelen tardar más tiempo en acudir a un especialista para valorar su caso. Los expertos en reproducción aconsejan, sin embargo, que en la infertilidad o esterilidad secundaria se apliquen las mismas reglas que en la primaria: acudir a la consulta después de un año (o seis meses si se es mayor de 35 años) sin lograr un embarazo o tras dos abortos consecutivos.