El cansancio, el estado emocional, así como algunas consecuencias físicas del parto, son las principales causas del desinterés sexual que muestran muchas mujeres tras el nacimiento de su hijo. A esta falta de interés se une un descenso en la libido femenina. En este artículo se explica por qué se reduce el deseo erótico tras el nacimiento y los cambios físicos que dificultan el coito. También ofrece cuatro trucos para solucionar la falta de deseo tras la llegada del bebé.
Desinterés sexual tras el parto
El cansancio explica la ausencia de deseo erótico en muchas mujeres
El desinterés de la madre y el cansancio son razones que frenan las relaciones sexuales en las ocho semanas posteriores al nacimiento de un hijo. Estas son las conclusiones del estudio «Sexual function after childbirth», de la Universidad de Aberdeen (Canadá). Según los investigadores, en los dos primeros meses después del parto, el cansancio femenino es la primera razón para no realizar el coito (lo es en más del 35% de los casos), mientras que la falta de deseo de la mujer es el problema en el 22% de las ocasiones.
Las primeras semanas después del parto son, por lo general, agotadoras. Y la excesiva atención que requiere el bebé durante todas las horas del día y la noche, además de influir en el estado físico de los progenitores, puede hacerlo, de forma negativa, en su estado de ánimo.
¿Por qué se reduce el deseo erótico tras el nacimiento?
Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, apunta en su artículo «La sexualidad en el embarazo y puerperio» que, durante el periodo que transcurre desde el parto hasta que el cuerpo de la mujer vuelve a su estado normal (alrededor de seis semanas), se produce una fase hormonal «que influye de manera negativa en el deseo sexual y en el estado emocional».
Durante esta etapa se producen dos cambios significativos en las hormonas sexuales de la mujer: disminución de los estrógenos y reducción de los niveles de testosterona. Ambos están provocados por la liberación de la prolactina, la hormona que estimula la producción de la leche materna.
La disminución de los estrógenos provoca el adelgazamiento de las paredes vaginales, disminuye la lubricación vaginal e influye en el estado de tristeza postparto. El nivel de testosterona, por su parte, está relacionado con la respuesta sexual, por lo que la reducción de esta hormona en el periodo inmediato tras la llegada del bebé afecta de forma directa a la libido de las mujeres.
Cambios físicos que dificultan el coito
Tras el parto se producen distintos cambios físicos en la mujer que pueden influir también, de forma directa o indirecta, en su respuesta sexual. Por una parte, están las posibles secuelas del parto: pérdidas sanguíneas (loquios), hemorroides, varices en la vulva o la episiotomía -incisión en el perineo cuando el bebé no puede atravesar el canal de parto- producen un malestar físico en la mujer. Y este perjudica su deseo de reanudar las relaciones sexuales con su pareja.
Por otra parte, las mujeres que optan por la lactancia materna pueden sentir que sus mamas han perdido su carácter erótico, al ser ahora la fuente de alimentación de su bebé.
Los cambios hormonales que reducen el deseo se prolongan más en las mujeres lactantes
Si la madre ha optado por la lactancia, los cambios hormonales que provocan el descenso de la libido no se regularán hasta unos seis meses después. Tras ese periodo, la prolactina ya no alcanza valores tan altos como durante el postparto, señalan en el grupo Alba, de apoyo a la lactancia materna. Y, por tanto, el nivel de estrógenos y testosterona regresa a su estado normal.
No obstante, recuperar el erotismo tras el parto es posible. Solo hay que tener en cuenta que es una tarea común, en la que deben participar los dos miembros de la pareja. Algunos consejos ayudan a retomar la sexualidad:
1. Interés por reanudar la actividad sexual. El hombre no debe ocultar, por miedo a presionar a la mujer, su interés por recuperar el erotismo. Un estudio de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) concluye que el deseo sexual de la mujer tras el parto está influenciado por el interés que demuestran sus parejas.
2. Cuidar y atender a la relación de pareja. Una relación de pareja satisfactoria puede ser responsable de un incremento del deseo sexual tras el parto.
3. Evitar la depresión posparto. El estado de tristeza es algo habitual en las mujeres después de dar a luz. Pero, en algunos casos, se agrava y se transforma en una depresión, que afecta de forma significativa al deseo sexual.
4. Descansar todo lo posible. Aunque durante el puerperio el bebé requiere mucha atención, los progenitores deben buscar momentos de descanso mientras ellos duermen. Si se vive en pareja, repartirse las tareas es la mejor opción para que ambos miembros puedan desconectar.