Por muy diferentes motivos, (un cuadro que se cambia de ubicación, modificar el emplazamiento del TPR del teléfono, inyectar espuma de poliuretano en la pared, recolocación de una lámpara, etc.) puede ser que sea necesario rellenar un hueco en un enlucido de yeso o en cualquier otra superficie.
Si como en los anteriores casos el orificio a rellenar no tiene unas grandes dimensiones recubrir el hueco no tiene ningún secreto, pero si la profundidad de la superficie a tapar es importante, lo mejor es buscar alguna solución para no tener que gastar una gran cantidad de yeso o masilla.
Una opción a la que los profesionales recurren habitualmente es la de introducir previamente un papel empapado con yeso recién mezclado con mucha agua. De esta manera, el papel ocupa gran parte del volumen y sólo la parte externa deberá ser recubierta con el yeso o el material necesario.