Para conseguir realizar un cabecero que se adapte a las medidas de la cama es posible aprovechar uno más pequeño, si su diseño esté acorde al gusto personal de cada uno. Una vez colocado en la pared será conveniente tomar las medidas a añadir en cada lado, con ellas se realizarán dos piezas de espuma de la utilizada para tapizar con la forma y tamaño que mejor se adapten a la pieza original.
Los dos elementos se van forrando con tela que haga juego con el resto del mobiliario y tapicería y será recomendable colocarles unos trozos de tablero aglomerado de la misma medida, evitando que queden a la vista, con la idea de dotarles de firmeza y consistencia. Por último se dispondrán junto al cabecero pegados a la pared con un simple sistema de velcro.