Tanto en los trabajos de carpintería como en los de manualidades hay un amplio abanico de posibles adhesivos para realizar cualquier tarea, pero la clave está en saber cuándo y cómo utilizar cada uno de ellos. A continuación se comentan las características de los tradicionales adhesivos de contacto.
Normalmente éstos están constituidos por una goma sintética y obviamente toman su nombre del modo en que se aplican. Es decir, al entrar en contacto, ya encoladas, las superficies a unir y ejerciendo una ligera presión, se produce de manera contundente la adherencia.
Estas colas se pueden aplicar sobre una o las dos superficies que tienen que adherirse, pero esto dependerá de las características de los materiales y de la clase de cola usada en cada caso.
Para administrar este adhesivo basta aplicar una capa sutil sobre la superficie a encolar y extender rápidamente, a ser posible mediante una espátula dentada.
Los adhesivos de contacto son muy utilizados para encolar entre sí elementos de índole heterogénea. En general, estas colas van muy bien para materiales porosos y blandos (como cuero y goma) pero también para recubrir tableros con estratificados plásticos.