Las plantas no aceptan demasiado bien los cambios bruscos de temperatura ni de ubicación y pueden resentirse e incluso no llegar a aceptarlos. Por ello, a la hora de elegir el emplazamiento de un ejemplar, es sumamente importante conocer sus necesidades de luz y humedad y tratar de que éstas permanezcan estables a lo largo del año.
Por lo tanto, para evitar tener que mover la planta constantemente de lugar, tenga en cuenta las condiciones solares de la ubicación elegida y las variaciones que pueden producirse a lo largo de las diferentes estaciones, de manera que pueda proteger los ejemplares de los fuertes rayos del sol veraniego, si no los soportan, con la ayuda de unos visillos o cortinas.
También debe poder alejar las plantas de la calefacción, porque su funcionamiento les provoca alteraciones al resecar el ambiente húmedo de la casa y elevar la temperatura. Por otra parte, en la época invernal la mayoría de las plantas se encuentran en su tiempo de reposo, por lo que necesitan encontrar cierta humedad en el aire que les es sustraída por la calefacción, por lo que deberá emplear un aerosol para rociarlas de vez en cuando.
Otro método para que los ejemplares disfruten de una mayor humedad ambiental consiste en agruparlas, algo que es muy beneficioso para todas las plantas por muy diferentes que sean sus necesidades ambientales y de riego, porque la humedad que desprenden compensa el exceso de calor y la falta de ventilación que en invierno se les proporciona dentro de la vivienda.
Sin embargo, que cohabiten muchos tipos de especies juntas en un espacio reducido y unas condiciones ambientales no excesivamente idóneas también plantea el serio inconveniente de las plagas, de las que no están exentas las plantas de interior, porque los insectos pueden volar y colarse por alguna ventana abierta. La presencia de tantos tiestos en un reducido espacio puede hacer que muchos de ellos sean infectados antes de que lo note. Deberá prestar atención a cualquier cambio en la fisonomía de sus ejemplares y poner en cuarentena a los afectados por cualquier enfermedad.
Si consigue encontrar plantas que se adapten a las condiciones climáticas de su vivienda apenas tendrá que dedicarles tiempo, salvo algún riego cuando lo necesiten.