Las bañeras tienen una forma característica. En su mayoría, presentan líneas curvas en la parte inferior, apoyadas sobre dos pies. Esta zona se suele ocultar con el alicatado, de manera que sólo queda a la vista el borde de la bañera y su interior. Lo habitual es que este sanitario ocupe una esquina o un lateral del cuarto de baño, por lo que tan sólo hay que alicatar uno de los lados (frontal) o, a lo sumo, dos.
El primer paso consiste en revestir la bañera para que los azulejos se coloquen sobre una superficie lisa. El revestimiento suele estar compuesto por planchas de yeso que se unen entre sí para mantener la estabilidad. La unión entre piezas se consigue mediante un sistema de ranuras y lengüetas. También se puede emplear un pegamento especial para mejorar la adherencia. Es importante sellar la junta que queda entre el borde de la bañera y las placas de yeso para evitar la entrada de agua.
Colocar los azulejos
El alicatado de la bañera requiere seguir un orden. Primero, hay que marcar un eje vertical y otro horizontal que servirán de guía. A partir del punto donde se cruzan ambos ejes, se calcula el número de azulejos que serán necesarios. Es probable que sea imprescindible cortar algunas piezas para completar las hiladas. En este caso, las piezas enteras quedarán en el centro (a partir del punto donde se cruzan los ejes), mientras que los cortes se reservan para las esquinas, donde son menos visibles.
El cemento cola evita que la cerámica se despegue al contacto con el agua
Debido al contacto de estas piezas con el agua, es preferible utilizar cemento cola, ya que este material evita que la cerámica se despegue. Para mejorar el agarre, se debe extender con llana dentada, puesto que las líneas que dibujan los dientes favorecen la adherencia. Cada vez que se pegue una pieza, hay que dar ligeros golpes sobre ella para fijarla a la pared.
Se pueden utilizar crucetas para realizar las juntas. Con ellas, el espacio que queda entre los azulejos es regular, el mismo en todo el alicatado. A la hora de calcular los azulejos que harán falta para cubrir la superficie es importante tener en cuenta la dimensión de las juntas. Éstas se rellenan con un material específico que se aplica después de retirar las crucetas. Cuando esté seco, los azulejos se limpian con un trapo húmedo y se alisan las juntas hasta quedar uniformes.
El alicatado puede ser el mismo que en el resto del cuarto de baño o diferente, de manera que destaque sobre la decoración. Asimismo, es aconsejable construir una trampilla cerca del sifón para acceder a éste y a las tuberías en caso de avería, sin necesidad de retirar el resto de los azulejos. Resulta muy práctico cuando hay que desatascar la bañera, localizar una fuga o limpiar las tuberías.
A la hora de seleccionar los azulejos con los que decorar el baño es muy importante tener en cuenta los posibles inconvenientes que puede presentar su colocación. Uno de los problemas más habituales es la rotura de algún azulejo durante el proceso de alicatado o al sortear las canalizaciones de agua, electricidad o desagües. Por este motivo, es recomendable adquirir más piezas de las necesarias.
Respecto a los dibujos de algunos azulejos, las crucetas son muy prácticas para conseguir que los motivos queden alineados, con juntas regulares. Cuando la imagen se crea a partir de la combinación de varias piezas, las crucetas logran un buen resultado en la composición.