Al igual que se hace cuando se compra cualquier otro producto o instrumento, es importante fijarse en el estado de la planta antes de llevarla a casa, porque dependiendo de su salud ésta se adaptará mejor o peor a las nuevas condiciones.
Para no llevarse sorpresas negativas cuando pasen las semanas y vea que la planta no crece o ésta se marchita inexplicablemente, puede seguir los siguientes consejos y de esta manera verificar si la planta que va a comprar se encuentra perfectamente:
– inspeccionar las hojas, plantas y tallo para certificar que no tiene insectos o manchas de ningún tipo.
– comprobar la robustez del tallo en su base.
– observar si la tierra sobre la que se asienta la planta está húmeda o está seca. Si se da la segunda circunstancia es recomendable abandonar la compra de ese ejemplar.
– si las raíces asoman por la parte inferior de la maceta o la planta presenta brotes tiernos y retorcidos, desechar la planta.
En conclusión, cualquier persona que adquiere una planta ha de hacerlo comprobando los anteriores apartados si quiere que el ejemplar vegete y se adapte perfectamente a su nuevo hogar. Además, como en cualquier otra compra, es recomendable acudir a su establecimiento de confianza.