Si se han introducido objetos demasiado pesados en un cajón, su fondo puede que haya llegado a combarse o resquebrajarse, algo que haría necesario adquirir un trozo de madera de similar grosor para sustituir el estropeado.
Dependiendo de la forma en la que esté fabricado el cajón el proceso es diferente. Hay algunos en los que el fondo está encajado en unas ranuras que tienen los cuatro lados del cuadrilátero en la parte interior. En este caso es muy importante que la tabla sea del mismo grosor, de forma que pueda encajar perfectamente. Podemos llevar el trozo de tabla deteriorado a una carpintería y solicitar que nos corten una lámina de la misma anchura y tamaño. Si no podemos medir el fondo del cajón y el tamaño de la hendidura, para obtener las dimensiones que tiene que tener el nuevo fondo.
Una vez tengamos la madera deberemos desmontar el cajón, al menos uno de sus lados, encolar todo el perímetro del fondo e introducirlo en las ranuras, de forma que quede perfectamente encajado. Para reforzar la unión podemos introducir unos clavos de punta perdida por la parte exterior del cajón, a la altura de la base. Cuando se haya unido nos aseguraremos también del volver a acoplar correctamente la parte del cajón que hemos tenido que desmontar para poder colocarla.
Si el fondo del cajón no se encuentra embutido entre los laterales de éste, sino que se encuentra clavado por la parte posterior la reparación es más sencilla. Deberemos cortar la tabla a medida de la superficie del fondo, encolar sus bordes, colocarla sobre los laterales y presionar, asegurándonos de que el fondo encaja con los bordes del cajón.
Una vez seca la cola de carpintero podremos emplear también unos clavos de punta perdida para impedir que la tabla se mueva. Tras realizar la reparación habrá que comprobar que el cajón encaja perfectamente en el mueble y que se puede abrir y cerrar sin problemas. Si no es así deberemos lijar la tabla que hace de nuevo fondo hasta que no se produzcan fricciones.