La colocación de bancos en un determinado espacio del jardín debe ser una decisión estudiada. Además de la innegable función decorativa que desempeñan, el valor práctico como elemento de descanso es el que a la postre debe prevalecer en su ubicación.
Una vez que ambas cuestiones se han tenido en cuenta y se ha encontrado el lugar más adecuado donde instalar los bancos, hay que considerar que puede ser oportuno preparar ligeramente la superficie sobre la que se van a colocar.
Si el banco se pone directamente sobre el césped hay que pensar que esa zona va a estar constantemente pisoteada y que la hierba en ella crecerá con dificultad. Por otro lado no hay que olvidar que la irregularidad del terreno va a hacer que el banco no se encuentre totalmente asentado.
Podemos optar por preparar un espacio delimitado bajo el propio banco en el cual no haya césped, sino grava, corteza o cualquier otro elemento. Además, para evitar que el banco cojee por la irregularidad del suelo, las patas se colocarán encima de planchas metálicas o, mejor aún, sobre piedras lisas perfectamente alineadas.
De esta manera también se está facilitando el trabajo de cortar el césped al eliminar los espacios de difícil acceso.