Algunas cabinas de ducha disponen de asientos para garantizar un baño más cómodo. Se trata de modelos modernos que, en la mayoría de los casos, cuentan con función de hidromasaje y permiten el masaje lumbar a través del respaldo. Sin embargo, en ocasiones, los asientos de ducha son un elemento necesario. Las personas mayores o con movilidad reducida, por ejemplo, requieren de ayudas técnicas para garantizar seguridad y estabilidad durante el baño, por lo que en su caso son especialmente útiles los asientos abatibles que se fijan a la pared con tornillos -preferiblemente de acero inoxidable- y que disponen de recubrimiento antideslizante.
El uso de asientos en la ducha o en la bañera responde a cuestiones de comodidad o necesidad. Algunas cabinas se venden con asientos incorporados (uno o dos, según el modelo), aunque también se puede instalar un asiento con posterioridad. En el segundo caso, este complemento está pensado para personas mayores o con movilidad reducida, ya que les facilita estabilidad y seguridad durante el baño. Otra opción es construir un asiento de obra, que se ajuste a las necesidades de quien lo va a utilizar.
En la ducha o en la bañera
Las cabinas o columnas de ducha con asiento incorporado suelen contar también con función de hidromasaje. Su objetivo es, fundamentalmente, potenciar estas prestaciones mediante un hidromasaje lumbar. En el caso de las columnas, es aconsejable calcular la altura idónea antes de su colocación.
Respecto a las cabinas, se fabrican con uno o dos asientos (modelos duo), generalmente con respaldo para permitir un masaje corporal completo. Algunos diseños optan por asientos fabricados en madera tropical, como la teca, que aguanta bien la humedad. El principal inconveniente de este tipo de asientos es su altura, ya que no suele ser regulable, sino que viene marcada de fábrica. Lo mismo ocurre con la profundidad y la superficie del asiento, por lo que conviene asegurarse de que se adaptan a las necesidades de los futuros usuarios y usuarias.
Personas con movilidad reducida
Imagen: Jos van Galen
Las personas mayores o con movilidad reducida pueden necesitar ayudas técnicas durante el baño que les garanticen una mayor seguridad y estabilidad. Para estos grupos, se comercializan asientos abatibles con cierre de seguridad, principalmente, en aluminio, poliuretano o acero inoxidable, unos materiales que resisten bien la acción del agua. Son modelos que suelen contar con barras de apoyo, respaldo y esquinas redondeadas para reforzar la seguridad.
Una característica importante de este tipo de asientos es el peso que son capaces de sostener. Éste depende del material con que esté fabricado el asiento, el tipo de pared y el agarre o fijación que se emplee. En este sentido, los tornillos de acero inoxidable son el material más seguro para garantizar la sujeción del asiento.
Otros rasgos de estos asientos son sus propiedades antibacterianas, su nula conductividad eléctrica, los acabados con recubrimiento antideslizante y su resistencia a la corrosión. Pero lo más importante es que sean asientos firmes que no ocupen demasiado espacio, ni siquiera cuando se trata de asientos fijos, en lugar de abatibles.
También existen asientos para bañera que permiten posturas cómodas a la hora del baño. Se pueden instalar antes del baño o fijar a la bañera. Además, son regulables en altura, tienen una amplia superficie de asiento y las patas están preparadas para soportar un peso superior a 100 kilogramos, según el modelo.
En baños pequeños o de planta irregular puede resultar especialmente útil construir una ducha de obra para aprovechar mejor el espacio. Cuando es así, se puede construir un plato de cemento alisado, que se prolonga hasta dar forma a un asiento. Lo ideal es recubrir esta zona con material cerámico de acabado suave, liso, para mayor comodidad. Sobre el asiento se puede instalar, además, una luz directa y cálida que garantice una buena visibilidad. Otra opción es construir de obra barras de seguridad, así como una o varias baldas para colocar los productos de higiene personal a la altura del asiento, sin necesidad de agacharse a recogerlos.