Los azulejos en el cuarto de baño cumplen una doble función. Por un lado, protegen las paredes de la humedad y simplifican la limpieza diaria. Por otro, contribuyen a dar color y variantes de diseño a la decoración de la estancia. Este artículo describe el rol del azulejo en el cuidado de las paredes y la limpieza del cuarto de baño y los modelos de estas piezas de cerámica esmaltada en distintos tamaños y formas, además de las zonas de la estancia donde se colocan con mayor frecuencia.
Azulejos para cuidar las paredes y la limpieza del baño
Aunque en los últimos años las opciones para revestir las paredes del cuarto de baño se han ampliado, el alicatado mantiene su vigencia. Esto se debe a varios motivos. Uno de ellos es la diversidad de diseños y colores en que se fabrican los azulejos. Estas piezas de cerámica esmaltada recubren las paredes del baño y las protegen de las condensaciones de humedad propias de este ambiente.
Una vez instalados, los azulejos no requieren de ningún mantenimiento y su limpieza es tan simple como la de los sanitarios y la grifería. Esto también constituye una ventaja en relación a todas las demás opciones de revestimientos.
Diseños de azulejos con distintos tamaños y formas
Los azulejos blancos son los más empleados en los baños clásicos. No obstante, cada vez más se introducen los colores en el cuarto de baño mediante una renovación del alicatado. La oferta de tonalidades y diseños es cada vez mayor y posibilita que la colocación de nuevos azulejos se vuelva una pieza clave en la decoración de esta estancia.
Los azulejos tradicionales utilizados con mayor frecuencia son cuadrados y en general miden unos 15 centímetros de lado. También son muy comunes los modelos rectangulares con esa medida en su lado más largo. Tanto unos como otros permiten recubrir las paredes de manera total, desde el suelo hasta el techo, o parcial, en zonas específicas. También se consiguen con diseños estampados, que forman dibujos más grandes al colocarlos unos junto a otros.
Aunque los azulejos más utilizados miden unos 15 centímetros, se tiende a elegirlos en formatos más grandes para dar una mayor sensación de amplitud al cuarto de baño
Una tendencia creciente, sin embargo, es la elección de azulejos en formatos más grandes, cuadrados o rectangulares, que dan a los baños pequeños una sensación de mayor amplitud gracias a la reducción del tamaño de las juntas. Estas piezas de cerámica requieren que la instalación la realice un profesional para asegurar que la superficie quede nivelada y con un buen acabado.
Otra variante efectiva para aprovechar la función decorativa de los azulejos es poner una cenefa que recorra todo el baño en forma horizontal. Puede servir para dar terminación a un revestimiento que no llega hasta el techo o dividir las zonas para combinar dos colores distintos en el ambiente.
Zonas del baño donde colocar azulejos
Los azulejos se instalan en las paredes del cuarto de baño, para cubrirlas por completo o solo en las partes que quedan expuestas a los mayores niveles de humedad. Esta opción es apropiada sobre todo cuando la ventilación de la estancia es suficiente, en particular si hay una ventana que permita la aireación y el acceso de luz natural.
Existen zonas en las paredes especialmente expuestas a la humedad, y ya no solo por la condensación en el aire, sino por las salpicaduras como las que rodean al lavabo o la bañera. En estas áreas se puede recurrir a azulejos con estampados que formen dibujos unos con otros, o bien a piezas de distintos colores. En otras partes menos expuestas al contacto con el agua, se podría hasta incluir vinilos decorativos, que tienen buena resistencia a la humedad.
Algunos decoradores eligen azulejos de diseño para dar al baño un carácter original. Entre estos se encuentran formatos originales, como piezas de distintos tamaños que conforman dibujos en la superficie de la pared. Es decir, el dibujo no se crea con estampados en el alicatado sino con la propia forma de los azulejos. La superficie combada de los esmaltados combinada con las distintas piezas simulan efectos acuáticos, como un frente lleno de burbujas o una textura de espuma vista en detalle.
También se opta con frecuencia por esmaltados con terminaciones espejadas o metalizadas en tonalidades cobrizas, plateadas o doradas. Estas superficies brillantes, además de la belleza y el toque personal que proporcionan, tienen la capacidad de reflejar y aumentar la luminosidad, algo que siempre se valora en el cuarto de baño.