Si el mármol resulta demasiado caro, existen en el mercado productos con un acabado prácticamente idéntico con los que, por un módico precio, se puede embaldosar la casa o poner la encimera de la cocina y obtener envidiables resultados.
Se trata de baldosas de material aglomerado compuesto por una mezcla de cemento y triturado de mármol compacto de alta calidad, con el que se aprovechan los restos que se producen al cortar a medida éstos materiales tan caros. Tienen un espesor de 2,5 centímetros y son extremadamente duras, lo que las convierte en baldosas muy prácticas, capaces de ser adaptadas a cualquier necesidad, y que también pueden ser utilizadas como pavimento o revestimiento interior.
Otra de sus ventajas es que en el mercado se podrán encontrar hasta 47 tonos diferentes de baldosa.