Casi todos los trabajos de carpintería requieren perforar piezas de madera. El objetivo en este caso es hacer un orificio regular, además de evitar que se formen astillas en la pieza. Para facilitar la tarea y mejorar el rendimiento, es indispensable seleccionar la broca adecuada. Cada una de ellas tiene una función y unos resultados.
Tipos de brocas
El tipo de perforación que se quiera realizar en una pieza de madera determina la broca que se debe emplear. Los modelos son variados.
Brocas extensibles. Permiten regular el diámetro del orificio en ciertos límites. No obstante, este tipo de broca apenas se utiliza.
Brocas salomónicas. Tienen una punta cónica y dos cuchillas, que cortan el perímetro del agujero antes de que la broca entre en la madera. Son precisas, rápidas y eliminan bien las virutas, por lo que resultan idóneas para realizar agujeros profundos.
Brocas de tres puntas. Fabricadas en acero cromo-vanadio, son las más utilizadas para taladrar madera. La cabeza tiene tres puntas: una central para posicionar la broca y dos laterales que cortan el material y dejan un orificio cilíndrico. Se utilizan para todo tipo de maderas, tanto duras como blandas, aglomerados o contrachapados.
Brocas planas o de pala. Son aptas para practicar orificios de diámetro grande. Se montan sobre el portabrocas del taladro, ya que el vástago no varía de tamaño. Son algo complicadas de manejar, puesto que se deben mantener perpendiculares a la superficie que se perforará. Por este motivo, se recomienda el uso de un soporte vertical.
Brocas fresa para ensambles. A la vez que realizan el orificio ciego para el tornillo de ensamble, avellanan la superficie del material para que la cabeza del tornillo quede nivelada con la superficie.
Brocas fresa para bisagras de cazoleta. Se utilizan para hacer el orificio ciego en el interior de las puertas donde debe encajar la bisagra de cazoleta. En este caso, es imprescindible utilizar un soporte vertical o un taladro de columna.
Brocas de avellanar. Se emplean para realizar el rebaje en los orificios para tornillos de cabeza avellanada, de manera que ésta quede nivelada en la superficie. Este tipo de brocas de madera pueden ser manuales. Si se utilizan con taladro eléctrico, requieren el uso del soporte vertical.
Cuanto más grande sea el diámetro de la broca, más despacio hay que perforar el agujero
La pieza que se vaya a perforar debe estar bien fijada, de modo que sea imposible cualquier desplazamiento. El siguiente objetivo es evitar marcas en la pieza que se taladrará. Para ello, hay que colocar una plancha de madera (mártir) entre la pieza y el sargento de fijación, y otra entre la madera y el banco de trabajo. Después, se marca el punto de perforación en la cara de la madera que queda a la vista y se coloca perpendicular la punta de centrado de la broca en el centro de la marca, para perforar de forma suave y regular. Cuanto más grande sea el diámetro de la broca, más despacio hay que realizar el agujero. Para dar salida a las virutas y al polvo del taladrado, hay que desplazar éste hacia atrás sin sacarlo por completo del orificio.