Sustituir el cristal de una ventana, bien porque se haya producido una rotura bien por querer mejorar la calidad del mismo, es un proceso relativamente sencillo, para el que no es preciso tener conocimientos expresos de cristalería o carpintería.
El proceso de instalación será diferente dependiendo del sistema de sellado que tenga la propia ventana. En el caso de que ésta se encuentre sellada con silicona, lo primero que habrá que hacer es sacar la ventana del marco para facilitar la maniobrabilidad y, posteriormente, eliminar la masilla vieja con la ayuda de una espátula de acero (poco a poco se irá tirando de ella hasta lograr deshacerse de la unión anterior).
Habrá que retirar un lateral, quitar los restos de silicona y el cristal roto o antiguo e introducir el nuevo cristal. Luego, comenzar a aplicar la silicona. Para que el sellado sea uniforme y tenga una buena conexión entre el cristal y el aluminio, será necesario mojar un dedo con agua y seguidamente repasar la unión.