Los centros de jardinería ofrecen multitud de servicios. Están pensados tanto para los profesionales como para los aficionados al cuidado del mundo vegetal. Incluso, quienes se inician en este arte encuentran en los “garden center” una ayuda imprescindible. No sólo cuentan con todo tipo de plantas y flores, sino que asesoran en el diseño de jardines, aconsejan sobre mobiliario, ofrecen servicios veterinarios e imparten cursos y talleres.
Imagen: Can Can
El último Panel de Hogares de la Unión Europea revela que sólo el 17,2% de los hogares españoles son viviendas unifamiliares. La cifra es casi diez puntos inferior a la media europea, que se cerca al 27%, pero aún así es importante y se espera que aumente en los próximos años.
Por lo general, quienes residen en una vivienda independiente disponen también de jardín, lo que implica encargarse de su cuidado. Ésta es, precisamente, una de las expectativas de desarrollo de los puntos de venta especializados en jardinería, de los viveros y los «garden center», auténticos templos del mundo vegetal en los que se pueden encontrar «plantas, complementos de jardinería, decoración y todo tipo de servicios», detalla la Asociación Española de Centros de Jardinería (AECJ).
A estos lugares pueden acudir tanto quienes conocen los secretos de la jardinería, como aquellas personas que se inician en esta disciplina y necesitan asesoramiento en el cuidado y diseño del jardín. También están pensados para aquellas personas que residen en una vivienda con terraza y buscan ayuda para el mantenimiento de las plantas.
La Agencia para la Promoción de las Flores y las Plantas destaca un fuerte crecimiento en las ventas de planta viva u ornamental, que ha aumentado un 8% hasta abril de este año. De igual manera, el mercado fitosanitario experimentó un leve crecimiento en 2007, según datos de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA). Paralela a estas cifras, se enmarca la evolución de los establecimientos de jardinería.
Servicios
Los «garden center» disponen de multitud de productos relacionados con el jardín, pero además, la ampliación del mercado ha llevado a una diversificación de la oferta. Ofrecen, cada vez más, actividades de ocio, atención a animales domésticos, cursos y talleres para conocer en profundidad el mundo vegetal. De hecho, los centros de jardinería suelen ubicarse en lugares apartados de las ciudades, en plena naturaleza.
Estos establecimientos cuentan con una gran variedad de plantas de exterior, interior, de temporada, árboles o arbustos, además de una amplia selección de mobiliario y herramientas para el jardín. En algunos lugares destinados a la floricultura también se pueden encontrar productos para el cuidado de la tierra, como abonos o fertilizantes; semillas y todo tipo de macetas; vallas y sistemas de cercado; artículos de regalo y decoración; casetas, pérgolas, fuentes, materiales para construir un estanque y material de iluminación.
Como servicios añadidos, el personal suele ofrecer asesoramiento en decoración con flores -incluso para bodas u otras celebraciones-, atiende consultas sobre plagas o enfermedades y ayuda en cuestiones de diseño y paisajismo. Los profesionales más cualificados estudian cada caso de manera particular, de acuerdo a las características del terreno que se quiere ajardinar. Según la zona en la que se encuentre el jardín, se requiere un diseño, un tipo de plantas, un mantenimiento y un sistema de riego diferentes.
El auge de los centros de jardinería ha favorecido que éstos se dediquen también a la enseñanza. Algunos centros organizan cursos, talleres y seminarios sobre el cuidado de las plantas, decoración con flores, sistemas de riego, mantenimiento del césped, huertos, arbustos, bonsáis o diseño de jardines.
Por otro lado, la superficie dedicada al cultivo y venta de plantas, que la mayoría de las veces ocupa espacios muy amplios con cientos de metros cuadrados, permite habilitar zonas especiales dedicadas al adiestramiento de animales domésticos o granjas-escuela. Estas instalaciones facilitan el contacto directo con animales como ponis, patos o conejos.
