Cerrar el balcón sin perder luz

Con propiedades similares al vidrio, el policarbonato celular resiste mejor los impactos e impide el paso de los rayos UV
Por EROSKI Consumer 30 de julio de 2003
Img balcon

El balcón es una parte muy apreciada de la casa. Se puede aprovechar, entre otras cosas, como espacio de almacenaje, para el cultivo de plantas o como zona de juegos de los más pequeños. Sin embargo, en general, los balcones apenas están protegidos por unos barrotes o barandillas, por lo que es conveniente complementar estos sistemas.

Las alternativas más habituales pasan por instalar placas de vidrio, textiles o plásticas. En este sentido, uno de los materiales más empleados en los últimos años es el policarbonato celular. Se trata de un producto transparente, como el vidrio, pero más ligero y con mejor resistencia al impacto. Su espesor oscila entre 5 y 40 milímetros, pero aguanta el granizo u otras inclemencias sin romperse.

Entre sus propiedades destacan el aislamiento térmico, el buen comportamiento ante el fuego y su fácil instalación. Además, permite la transmisión de la luz pero impide el paso de los rayos ultravioleta (UV), apenas se amarillea con el paso del tiempo y es un excelente aislante acústico.

Estas propiedades lo convierten en un material adecuado para cubiertas, acristalamientos, piscinas, invernaderos e, incluso, para construir paredes debido a su resistencia. No obstante, a pesar de que se puede adquirir en varios colores o incoloro, no alcanza el grado de transparencia del vidrio y se deben cuidar los encuentros entre placas para evitar filtraciones.

Resistencia al serrado y taladrado

La instalación de policarbonato celular se realiza con perfilería de aluminio o plástica. Es un material que se puede curvar para adaptarse a las cubiertas y balcones en forma de «U», lo que reduce el riesgo de alabeo. Además, la protección frente a los rayos UV combate la degradación del policarbonato y la aparición de posibles fisuras que cuarteen el material.

Hay que evitar los bordes con virutas o formas irregulares y taladrar con brocas helicoidales

La ligereza de las placas permite una manipulación sencilla y un ahorro de tiempo en la instalación. Asimismo, el policarbonato se puede serrar y taladrar. Hay que emplear material adecuado -sierras mecánicas, para metales o circulares- para que los cortes sean limpios, con bordes sin virutas ni formas irregulares.

Cuando se taladren las placas, se deben utilizar brocas de acero para metal con forma helicoidal y evitar las vibraciones para que las perforaciones sean también limpias. Con el taladro se fijan las placas a los barrotes para mejorar el agarre. También se puede recurrir a placas con enganche machihembrado a presión. De esta forma, se consigue una instalación continua sin necesidad de utilizar perfiles.

Mantenimiento

Por último, para un correcto mantenimiento del policarbonato hay que limpiarlo periódicamente. El tratamiento adecuado incluye una mezcla de agua y jabón para arrastrar la suciedad. No se deben emplear productos abrasivos ni estropajos o cepillos. Asimismo, es importante aclarar las placas con agua limpia y secarlas con un trapo para evitar la aparición de manchas. Utilizar un producto inadecuado puede favorecer que el policarbonato pierda sus propiedades.

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