Las puertas y carpinterías metálicas están sometidas a un continuo desgaste. Lluvia, aire y humedad son los principales enemigos a los que hay que hacer frente echando mano de todos nuestros recursos. Es esencial mantener las puertas y carpinterías metálicas limpias.
Basta con pasar el polvo a diario y aplicarles productos antioxidantes para que luzcan como el primer día. Antes de colocar las carpinterías metálicas que tienen umbral, es necesario ponerlas cabeza abajo y rellenarlas con poco peso, o una vez colocado no se podrá rellenar y se pican desde adentro. Lo mejor para conservar las carpinterías metálicas es pintarlas con antióxido o convertidor y aplicarlas con una viruta fina desoxidante.
Las partes que contienen las llaves, la madera y el aluminio son las que más protección necesitan ya que están sometidas a rayones que afean las puertas y ventanas. Para colocar las carpinterías metálicas a la altura correcta hay que medir 1 metro hacia arriba del nivel del piso decidido al comienzo de la obra y marcarlo en las paredes mediante el nivel de manguera. Los consejos básicos para medir el nivel de las puertas dependen de la posición del marco. En caso de que el marco no tenga umbral hay que procurar que la hoja quede a medio centímetro del piso interior terminado para que se pueda abrir bien. Es importante evitar que entre el agua si la puerta da al exterior.
Con el objetivo de que no se deformen, los marcos vienen provistos de riendas. Por lo tanto, es importante no pisarlas ni golpearlas para que no se doblen. Una vez que los marcos estén amurados se pueden sacar las riendas. Para los marcos metálicos usados que carecen de umbral, lo más recomendable es colocarlos con la hoja puesta. A continuación se colocan unas tablitas entre el marco y la hoja y se asegura su separación con el objetivo de evitar los rozamientos. Este mismo procedimiento se puede seguir con los marcos usados de madera. También se puede clavar de forma provisional un travesaño abajo y diagonales en las esquinas, en la cara y sin bisagras. Es necesario que vengan provistos de tornillos, grapas o clavos para amurar.