Cuando los suelos envejecen y llega el momento de renovarlos, se puede elegir entre varias opciones. Una de ellas consiste en colocar baldosas de cerámica sobre un piso de parqué. El trabajo es rápido y sencillo, aunque requiere seguir unas normas básicas para que el soporte aguante el peso del nuevo material y éste agarre bien.
Un paso que nunca se debe saltar es la limpieza del parqué. Hay que asegurarse de que está libre de polvo, grasa o cualquier resto de material anterior que pueda dificultar el agarre de las baldosas. Además, es necesario comprobar que guarda una nivelación adecuada, ya que en caso contrario la cerámica quedaría irregular y las piezas, desencajadas en algunas zonas.
Qué adhesivo emplear
La elección del adhesivo es un aspecto esencial en este tipo de trabajo. Hay que evitar colocar mortero cola sobre la madera, puesto que ésta absorbe la humedad y, por lo tanto, resultará afectada por el agua del cemento. Si se emplea este adhesivo, la madera se deformará o estropeará con el paso del tiempo y las juntas entre baldosas podrían abrirse.
Hay que evitar el mortero cola porque la madera absorbe la humedad
No obstante, la evolución de la cerámica ha derivado en piezas de baja absorción como el gres porcelánico, que sustituyen el cemento cola por nuevas pastas y resinas de gran adherencia y durabilidad. Algunos de estos materiales se caracterizan, asimismo, por tener una superficie porosa, lo que favorece que el adhesivo penetre en los poros en lugar de hacerlo en el parqué.
Algunos materiales pueden tener limitaciones. La Asociación Nacional de Fabricantes de Morteros Industriales (ANFAPA) recuerda cómo, igual que el yeso «puede requerir una imprimación previa protectora», la madera tiene la consideración de material inestable de clase 3, lo que significa que «por su sensibilidad a la humedad y la temperatura» puede requerir un tratamiento especial y un puente de unión para colocar adhesivos cementosos.
Una solución a la compatibilidad entre materiales pasa por recurrir a una capa intermedia. De esta forma, el parqué y la cerámica se mantienen independientes. La fibra de vidrio es un material óptimo que, además, actúa como aislante térmico y acústico. Esta capa se puede grapar al suelo y extender sobre ella una base que nivele la superficie. Se comercializan productos específicos para este fin que son también compatibles con los adhesivos.